El yen japonés ha experimentado una nueva caída, y esta vez está dejando sentir sus efectos en un lugar que solía ser el refugio de los consumidores: las tiendas de 100 yenes. Estos establecimientos, conocidos por ofrecer una amplia gama de productos a precios asequibles, están sintiendo la presión de un yen cada vez más débil.
Kazuhiko Sakai, propietario de una de estas tiendas, compartió su preocupación en Asahi TV: «Esto es todo lo que hay, solo esto. No creo que haya ningún lugar que lo venda por 100 yenes». La reducción en la variedad de productos y el tamaño de los mismos es evidente, lo que sugiere dificultades para mantener los precios bajos.
La fabricación en el extranjero, una práctica común para muchos de los productos vendidos en estas tiendas, ahora se vuelve una desventaja debido a la depreciación del yen.
Sakai señaló que «productos que solían ser abundantes, como los enlatados de pescado, ahora se limitan a solo un tipo, como los frijoles azuki. Incluso la variedad de lentes para lectura ha disminuido».
Los clientes también están respondiendo al aumento de precios de los productos básicos. Sakai explicó: «Los clientes están restringiendo sus compras, especialmente en alimentos, y si la situación empeora, simplemente no podremos seguir adelante».
Esta situación plantea la posibilidad de que muchas de estas tiendas se vean obligadas a cerrar sus puertas si no encuentran una solución a los desafíos económicos que enfrentan.
«Nos hemos centrado en 100 yenes durante 25 años, pero debido a que muchos de nuestros productos se fabrican en el extranjero, este yen débil nos ha golpeado duramente», concluyó. (RI/AG/)