Un grupo de personas recorría el Acuario Churaumi en Okinawa el miércoles cuando sus teléfonos sonaron al unísono.
Era una alerta de tsunami tras el fuerte terremoto que sacudió a Taiwán.
Unos turistas surcoreanos gritaron.
Los trabajadores del acuario guiaron a los visitantes a un sitio cercano ubicado a mayor altura, donde por altavoz se advertía: “Se ha emitido una alerta de tsunami. Quienes se encuentren cerca de la costa deben huir inmediatamente”, revela Mainichi Shimbun.
Los evacuados miraban el mar con inquietud.
Una anciana residente en Osaka que estaba en el acuario recibió la llamada de su nieto que le preguntó si estaba bien.
Mientras tanto, los choferes de los autobuses turísticos llevaron los vehículos a un estacionamiento situado en un terreno elevado.
Los trabajadores de la agencia de viajes que organizó la visita al acuario estaban en comunicación con esta para recibir instrucciones sobre cómo proceder.
“La agencia nos dijo que nos mantuviéramos alejados del mar”, dijo una guía.
Todos los destinos programados para visitar ese día están junto al mar. Ante la alerta, tuvieron que suspender el tour. (International Press)
