El número de trabajadores vietnamitas superó a los chinos como el grupo más grande trabajando en Japón, mientras que los inmigrantes de Indonesia casi se triplicaron con respecto a 2018.
Según datos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, en octubre de 2023, el total de trabajadores extranjeros en Japón había aumentado un 40,3% en cinco años hasta 2,05 millones.
Aunque el crecimiento se desaceleró por la pandemia de COVID-19, el índice de trabajadores extranjeros aumentó un 12,4% de 2022 a 2023 a medida que el virus desapareció.
Los trabajadores vietnamitas constituyeron la mayor parte del total, y su número aumentó un 63,6% en cinco años hasta 518.364. Muchos participan en el Programa de Formación de Pasantes Técnicos, que está diseñado para ayudar a transferir conocimientos especializados a países emergentes, aunque es evidente que son traídos como mano de obra barata a Japón. La transferencia de conocimientos está en duda.
Por su parte, el número de trabajadores chinos creció sólo un 2,3%, ya que el aumento de los salarios en su país y un yen débil erosionaron el atractivo de trabajar en Japón.
La llegada de vietnamitas también se está desacelerando por el aumento de salarios en ese país. Entre 2022 y 2023 crecieron en Japón en un 12,1%.
Los empleadores japoneses ahora ofrecen salarios más altos para atraer trabajadores. El salario base mensual de los pasantes técnicos extranjeros creció un 8% en 2022 a 177.800 yenes (unos 1.200 dólares al tipo de cambio actual).
Mientras tanto, el número de trabajadores indonesios aumentó un 192,2% en cinco años hasta 121.507, y un 56% entre 2022 y 2023.
Los ciudadanos indonesios representan el 56% de los trabajadores calificados especificados en Japón y muchos trabajan en manufactura, construcción, atención de enfermería y servicio de alimentos. Aún encuentran atractivo venir a Japón porque el salario en su país sigue siendo bajo. (RI/NI/IP/)
