En enero, Takazumi Fukuhara, dueño de una empresa llamada Neo Reverse con sede en Osaka, vendió un reloj Rolex a un comerciante de artículos usados por 650.000 yenes (4.389 dólares).
Una transacción aparentemente regular, salvo por el hecho de que el reloj no le pertenecía a Fukuhara, sino a un residente en Tokio.
El dueño del Rolex es una de las numerosas víctimas de Fukuhara, que ha huido a Dubái y contra quien la policía de Tokio emitió una orden de arresto esta semana, informa Asahi Shimbun.
La policía se ha contactado con su par de Emiratos Árabes Unidos para cazar al estafador.
Fukuhara creó en 2021 un servicio llamado Toke Match, mediante el cual propietarios de relojes de lujo le entregaban sus preciados artículos a cambio del pago mensual de un alquiler.
Los relojes cedidos eran utilizados por otras personas, que pagaban por el alquiler.
Así, ganaban ambas partes: los dueños, que recibían un ingreso estable y regular, mes a mes, y los usuarios, que ya no tenían que gastar una gran cantidad de dinero para comprar un reloj de lujo, sino una suma menor y asequible por usarlo.
Neo Reverse actuaba como intermediario.
Todo aparentaba marchar bien, pero a fines de enero Neo Reverse anunció su disolución sin devolver los relojes de lujo que les habían prestado para alquilar.
Hasta el miércoles estaban pendientes de devolución 866 relojes por un valor total de 1.840 millones de yenes (12,4 millones de dólares), según una asociación formada por personas afectadas, reporta Kyodo.
De acuerdo con la policía, el fugitivo revendió unos 70 relojes por unos 100 millones de yenes (675.000 dólares). (International Press)