El Tribunal de Distrito de Nagoya sentenció a cárcel indefinida, la figura judicial japonesa de la cadena perpetua, al peruano Edgar Antony La Rosa Vite, de 37 años, por el asesinato en 2015 de su ex pareja, Akemy Murayama, y la hermana de ésta, ambas brasileñas, a quienes estranguló y quemó provocando un incendio en el apartamento donde vivían las dos en el barrio de Handa.
El acusado recibió la misma pena que la fiscalía pidió para él por asesinato e incendio provocado. En su sentencia, el juez Tomohiro Yoshida dijo: «El resultado fue realmente grave. Si el descubrimiento del incendio hubiera sido más tardío, habría habido un alto riesgo de que otros residentes del edificio también hubieran resultado afectados».
Durante la investigación, el acusado mantuvo silencio casi total y aunque no había evidencia directa, la fiscalía argumentó su culpabilidad basándose en pruebas circunstanciales.
La investigación estableció que habían motivaciones para el crimen por un conflicto entre La Rosa y su ex pareja y la hermana de esta. Además, se tuvo en cuenta que el acusado estuvo cerca del edificio en el momento del incendio y que sus hijas, que estaban con él aquél día, proporcionaron a la policía información relacionada con el crimen. Basándose en estos hechos, se concluyó que el hombre era el culpable.
El veredicto destacó que las acciones del acusado, como llevarse a sus hijas fuera del lugar del incendio fueron sospechas razonables que demostraban que tenía plena conocimiento de lo que estaba ocurriendo.
El 30 de diciembre de 2015, La Rosa estranguló a las dos hermanas y provocó un incendio esparciendo gasolina en el apartamento y quemando la habitación con los cuerpos dentro. (RI/AG/)