Las pruebas de ADN confirmaron hoy que el hombre que el mes pasado murió de cáncer al estómago en un hospital en la ciudad de Kamakura era el fugitivo buscado por una serie de atentados terroristas en Japón en la década de 1970, dijo una fuente policial.
Cuatro días antes de morir, el hombre reveló a la administración del hospital ser Satoshi Kirishima, de 70 años, quien había sido miembro del grupo de extrema izquierda Frente Armado Antijaponés de Asia Oriental.
Desde su desaparición del radar policial, se sospechó que el hombre había colocado y detonado una bomba casera en un edificio en el distrito Ginza de Tokio el 19 de abril de 1975, pero antes de morir le aseguró a la policía no estuvo allí aunque reconoció haber participado en otros atentados como uno con explosivos contra una empresa de construcción.
Con su confesión, el caso Kirishima ha sido remitido a los fiscales por otros cuatro incidentes con bomba e intento de asesinato ocurridos en 1975, dijo la fuente.
La policía continuará investigando cómo hizo para evadir a la justicia durante 49 años y si alguien lo ayudó a sobrevivir todo este tiempo.
Poco antes de su fallecimiento, Kirishima le dijo a la policía que había estado viviendo solo y huyendo sin ayuda de nadie, también lamentó su participación en los atentados.
Vivía bajo el nombre de Hiroshi Uchida, trabajaba desde hacía unos 40 años en una empresa constructora en Fujisawa, en la prefectura de Kanagawa, y era cliente asiduo de un bar de la zona. (RI/AG/IP/)
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