Takahiro Jiroma nació en la ciudad de Suzu, prefectura de Ishikawa.
Salió de su tierra natal a los 18 años y tenía previsto retornar a ella para visitar a sus papás y su hermana en el periodo vacacional de año nuevo, pero el terremoto del 1 de enero frustró sus planes, dice en declaraciones a la NHK.
El sismo no destruyó la casa de su familia y aunque está cerca del mar, el tsunami no la alcanzó. Sin embargo, hubo muebles que se derrumbaron.
Su familia se trasladó a un refugio.
Takahiro pudo verlos el viernes. Condujo siete horas hasta el lugar donde fueron evacuados.
“¿Estás bien? Me alegro de verte”, le dijo a su madre.
“Estamos bien. Justo ahora por fin pude comer comida caliente por primera vez desde el terremoto”, respondió la mujer.
El refugio está lleno de gente, tanto así que algunos damnificados tienen que dormir en sillas, dijo.
No obstante, pese a las dificultades, ella mantenía el ánimo en alto y estaba pendiente de los demás.
Además, la gente en el lugar era positiva. “En mi refugio nadie está molesto. Todos cooperan. Si pides ayuda, te ayudarán”, explicó.
Los padres y la hermana de Takahiro ya dejaron el centro de evacuación y ahora están en casa de un familiar en otra ciudad.
Mientras tanto, Takahiro, que como conductor ha transportado al equipo de la NHK por Ishikawa para que cubran las noticias sobre el desastre, quiere apoyar a su familia, así como a los residentes en su ciudad natal, tanto como pueda. (International Press)
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