El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ordenó a sus ministros hacer todos los esfuerzos posibles para investigar rápidamente el choque entre los aviones de Japan Airlines y de la Guardia Costera de Japón en el aeropuerto de Haneda en Tokio el martes.
La oficina de Kishida ha creado una oficina de enlace para recopilar información.
Las 379 personas que estaban en el avión de JAL escaparon ilesos del accidente.
Con respecto a la aeronave de la Guardia Costera, cinco de sus seis ocupantes murieron. El capitán sobrevivió.
El avión tenía planeado ir a la prefectura de Niigata para entregar ayuda humanitaria a las personas afectadas por el terremoto de magnitud 7,6 que sacudió a la península de Noto y sus alrededores el lunes.
El primer ministro japonés lamentó la muerte de las personas que con su trabajo estaban apoyando las labores de auxilio a las víctimas del terremoto.
Tras el accidente, el aeropuerto de Haneda cerró sus cuatro pistas. Más adelante, todas, excepto donde tuvo lugar la colisión, volvieron a funcionar.
El ministro de Transporte, Tetsuo Saito, aseguró que tomarán las medidas necesarias para reabrir rápidamente el aeropuerto, con el fin de mitigar los efectos negativos del cierre y garantizar la distribución de ayuda humanitaria en las zonas afectadas. (International Press)