Daihatsu Motor informó hoy que mantendrá suspendida su producción nacional cuanto menos hasta finales de enero después de haber detenido todos los envíos nacionales debido a un escándalo de fraude en las pruebas de seguridad de sus coches.
Daihatsu, dijo que no sabe cuándo podrá reanudar los envíos o la producción y que detendría la producción en todas sus fábricas en Japón desde este martes 26 de diciembre.
La suspensión es un duro golpe para miles de sus proveedores y empleados. Unas 8.000 empresas en Japón que suministran directa o indirectamente productos o servicios a Daihatsu, generan ventas anuales combinadas de alrededor de 15.000 millones de dólares.
En las cuatro plantas nacionales, ubicadas en Shiga, Kioto, Oita y la planta central en Ikeda, Osaka, un total de 6.066 empleados se verán afectados por esta paralización. La incertidumbre sobre la reanudación de las operaciones y la compensación por desempleo temporal sigue siendo un tema pendiente.
Según fuentes citadas por Kyodo, el fabricante también está en conversaciones con su sindicato sobre los salarios de los empleados durante la parada de la producción.
Daihatsu dijo la semana pasada que un total de 64 de sus modelos fueron sometidos a pruebas de seguridad inadecuadas, aunque no hay reportes de daños causados a los conductores por problemas de seguridad. (RI/AG/IP/)
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