El 27 de octubre pasado, el Tribunal de Distrito de Tokio ordenó a Kozo Iizuka, un hombre de 92 años, pagar una compensación 146,6 millones de yenes (990.000 dólares) por daños y perjuicios a la familia de la mujer y la niña que mató con su coche en Tokio en 2019.
Takuya Matsunaga, el viudo y padre de la niña fallecida, creyó entonces que el caso estaba cerrado.
Tras la sentencia a cinco años de prisión por negligencia a Iizuka, el fallo del tribunal de Tokio parecía poner fin al calvario.
Sin embargo, al día siguiente de la sentencia la policía de Tokio recibió la llamada de un hombre que, tras asegurar que era un yakuza, dejó un mensaje: “No está bien hacer pagar a una persona mayor. Voy a matar a Matsunaga muy pronto”.
Matsunaga, cuya hija tenía tres años cuando murió, temió por su seguridad.
Los ataques o injurias en línea no eran inhabituales para él, pero esta amenaza era diferente.
Su vida ha cambiado desde entonces, revela en entrevista a Mainichi Shimbun.
Trabaja desde casa y solo se asoma a la calle para comprar en una máquina expendedora cercana.
Sus padres le compran comida y otros artículos de consumo cotidiano.
Duerme cuatro horas al día.
Tras el veredicto del tribunal de Tokio, tenía previsto visitar las tumbas de su esposa y su hija para decirles que descansaran en paz, pero la llamada telefónica desbarató su plan. Aún no ha realizado la visita.
Sin embargo, se mantiene activo en X, donde hizo pública la amenaza de muerte y explicó que Iizuka no pagará la millonaria compensación, sino su compañía de seguros.
Matsunaga se prodiga en los medios para exponer su caso, no solo por él, sino para dar voz a otras personas envueltas en tragedias similares. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.