El primer ministro japonés, Fumio Kishida, descartó disolver la cámara baja para convocar a una elección general anticipada dentro de este año. Su intención es dar prioridad a las medidas de estímulo económico y aprobar un presupuesto suplementario.
«La máxima prioridad son las medidas económicas. Nos dedicaremos a cada tema que no pueda posponerse», dijo Kishida hoy a la prensa en la Oficina del Primer Ministro.
Dado que su gabinete sufre un bajo índice de aprobación con 28,3%, según una encuesta de Kyodo, Kishida buscará otro momento para convocar elecciones parlamentarias, quizá después de que ocurra un aumento significativo de los salarios en 2024.
Se espera que la aprobación del proyecto de ley de presupuesto suplementario, que contiene varias ayudas y estímulos económicos por valor de más de 17 trillones de yenes (113 mil millones de dólares), sea a finales de noviembre.
El calendario se había vuelto demasiado apretado como para disolver el parlamento hacia finales de año, ya que Kishida también se está preparando para asistir a la 28ª Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará en los Emiratos Árabes Unidos a finales de noviembre.
Y del 16 al 18 de diciembre habrá una reunión cumbre especial en Tokio entre los líderes de Japón y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
Las renuncias de dos miembros del gabinete de Kishida después entre septiembre y octubre, uno tras la revelación de una relación extramatrimonial y el otro por una violación de la ley electoral, llevaron a los legisladores del gobernante Partido Liberal Democrático a pedir el aplazamiento de la disolución de la cámara baja.
Se espera que en diciembre, Kishida se concentre en compilar un proyecto de presupuesto inicial para el próximo año fiscal a partir de abril, lo que le dificultará disolver la Cámara de Representantes para una elección general a finales de año. (RI/NI/IP/)