En noviembre de 2020, una estudiante universitaria de cuarto año comenzó su formación docente en una escuela de secundaria gestionada por la prefectura de Chiba.
Para su desgracia, le tocó un formador que hizo de su vida una pesadilla cuyas secuelas paga hasta hoy
Un día después de que iniciara su capacitación, el instructor le gritó: “No hay manera de que puedas convertirte en maestra” y pateó un tacho de basura que la golpeó cerca del tobillo izquierdo, causándole lesiones, revela Mainichi Shimbun.
Ambos incidentes fueron el punto de partida de una serie de abusos.
El profesor la insultaba a menudo. “Por personas como tú, todos los profesores son escoria”, le dijo una vez.
En otra ocasión le dijo: “No tienes nada que hacer. Debes irte temprano a casa”.
La joven dejó de ir a la capacitación cuatro días después de que empezara. No podía dormir ni comer.
En marzo de 2021, comenzó a trabajar en una empresa privada.
Parecía el inicio de una nueva etapa de su vida, ya recuperada de la experiencia en la escuela, pero cuando una vez vio que regañaban a otra persona, recordó los abusos de los que fue objeto y los problemas para dormir regresaron.
En julio de ese año, le diagnosticaron tendencias depresivas y dejó el trabajo en octubre.
En septiembre de 2023 le diagnosticaron depresión y trastorno de estrés postraumático.
La mujer de 25 años ha presentado una demanda contra el gobierno de la prefectura de Chiba por los maltratos que sufrió durante su capacitación docente y que la han incapacitado para trabajar debido a sus dolencias mentales.
La demandante exige una compensación de 10,2 millones de yenes (67.800 dólares) por el tiempo de ausencia laboral y los gastos médicos.
La mujer dice que llegó al extremo de pensar en el suicidio.
Con respecto al profesor, en 2021 recibió una acusación sumaria y una multa de 200.000 yenes (1.300 dólares).
La junta de educación de Chiba no se ha pronunciado sobre la demanda, alegando que esta aún no le ha llegado. (International Press)