En una noche donde el drama y la emoción, Liga de Quito de Ecuador se coronó bicampeón de la Copa Sudamericana, sumando así su quinta estrella internacional.
El encuentro, que acabó 1-1 en el tiempo reglamentario, se definió en una tensa tanda de penales con un resultado de 4-3 a favor del equipo ecuatoriano, frente a un aguerrido Fortaleza de Brasil que jugó de local. La figura indiscutible fue el golero Alexander Domínguez, cuyas atajadas se convirtieron en el salvavidas de Liga en momentos cruciales.
GUERRERO, 90 MINUTOS
Desde el primer silbato, la final se tiñó de táctica y cautela. Tanto Liga de Quito como Fortaleza mostraron respeto mutuo, midiendo cada movimiento y evitando riesgos innecesarios. Sin embargo, esto no impidió que el encuentro se calentara con 14 faltas, que llevaron a la amonestación de dos jugadores brasileños y uno ecuatoriano. Entre ellos, destacó la presencia de Paolo Guerrero, el experimentado delantero peruano que jugó los 90 minutos, mostrando su calidad y experiencia en un partido de alta envergadura.
Los primeros momentos del juego estuvieron marcados por intentos ofensivos de Fortaleza, con Marihno, Pochettino y Lucero buscando vulnerar la defensa de Liga. Pero, a pesar de algunos deslices defensivos de los locales, el equipo brasileño no logró concretar.
Con el pasar de los minutos, Liga de Quito empezó a ganar terreno. El mediocampo, bajo el control de Mauricio Martínez y Ezequiel Piovi, comenzó a generar juego y oportunidades. Jhojan Julio, con sus incisivas diagonales, buscaba constantemente a Paolo Guerrero, quien se movía con astucia buscando abrir el marcador.
Un contratiempo llegó al minuto 40, cuando Renato Ibarra tuvo que abandonar el campo por una lesión, siendo reemplazado por Lisandro Alzugaray. El primer tiempo concluyó sin goles, dejando todo por decidirse en la segunda mitad.
LA EMOCIÓN DEL SEGUNDO TIEMPO
El complemento arrancó con una intensidad renovada. Apenas al minuto 48, Fortaleza golpeó primero. Tomás Pochettino, tras una jugada por izquierda, encontró a Martín Lucero, quien con un toque sutil batió al arquero de Liga.
El gol desestabilizó momentáneamente a los locales, hasta que, al minuto 64, apareció la figura de Lisandro Alzugaray. El argentino, con una jugada personal, logró el empate para Liga, desatando la euforia de la hinchada.
El tiempo reglamentario finalizó con un 1-1, llevando el partido a tiempos extra. Liga dominó gran parte de esta etapa, pero la falta de efectividad les impidió sellar la victoria. Fortaleza, por su parte, resistió con todo, incluso generando peligro en el segundo tiempo extra, pero se encontraron con un Domínguez inspirado.
DOMÍNGUEZ, EL HÉROE
La final se trasladó al punto penal. En una tanda donde cada disparo era un suspiro contenido, Liga de Quito demostró temple y precisión. Alexander Domínguez, convertido en héroe, atajó disparos claves que inclinaron la balanza a favor de los albos.
Con el último penal convertido, Liga de Quito estalló en júbilo. El equipo ecuatoriano se consagró campeón de la Copa Sudamericana por segunda vez en su historia, gracias a una combinación de estrategia, coraje y una noche mágica de su portero, Alexander Domínguez. (RI/AG/)
