El Singani, destilado boliviano con profundas raíces tradicionales, tuvo su mes de honor en la cosmopolita capital de Japón. Con el objetivo de presentar y promocionar esta apreciada bebida, diversos eventos y actividades se llevaron a cabo, reflejando una confluencia entre la cultura boliviana y la japonesa.
En septiembre, la Embajada de Bolivia en Japón y la empresa importadora SudoWork LLC realizaron el Mes del Singani que involucró a cinco prestigiosos bares de Tokio. Esta bebida comenzó a importarse en 2020 y desde ese momento hasta la actualidad esta compañía japonesa se ha encargado de la importación y venta de todas las marcas de Singani en Japón.
SudoWork se dedica en realidad al negocio de servicios de intermediación para ingenieros de IT, pero fue a raíz del comentario de un empleado, un ingeniero de sistemas boliviano, que descubrieron el Singani: «El alcohol boliviano es completamente desconocido en Japón, a pesar de que hay bebidas muy deliciosas». Quedaron tan impresionados con su exquisito sabor que decidieron entrar al negocio.
El Mes del Singani comenzó el 1 de septiembre con una inolvidable ceremonia de inauguración encabezada por la Natalia Salazar, Encargada de Negocios de la Embajada de Bolivia, en el prestigioso bar &SPIRITS de Tokio. Allí se hizo una ofrenda a la Pachamama, subrayando la conexión que hay entre Bolivia y Japón.
Este mes no solo representó una oportunidad para que los productores bolivianos de Singani mostraran su destilado en un nuevo mercado, sino que también fue un escaparate para compartir la rica tradición detrás de la bebida.
Producido principalmente en el departamento de Tarija, el Singani se destila de la uva Moscatel de Alejandría y goza de una Denominación de Origen, que le otorga un sello de calidad y autenticidad.
Producido principalmente en el departamento de Tarija, el Singani se destila de la uva Moscatel de Alejandría y goza de una Denominación de Origen.
«Bartenders de renombre en Japón, como Taku Moriwaki y Yuki Murakami, entre otros, participaron activamente, llevando el Singani a nuevos niveles con cócteles exclusivos en bares de prestigio, como &SPIRITS y SAKE COLECTIVE & SPIRITS», informó la embajada boliviana en Japón.
El público japonés pudo descubrir y saborear el Singani en toda su expresión en sorprendentes cócteles con nombres maravillosos: «Uyuni Moni», «Singani Sunset», «Peacock Singani Blue Moon», «Singaroni», «Tarija Martini», «Singani Tonic con Wasabi», «Chica Morada Sour», «Sopa de Maní» y varios más.
En conclusión, el Mes del Singani no solo fue un homenaje a una bebida, sino también una celebración de la herencia y tradición boliviana en pleno corazón de Tokio.
Fue además un recordatorio de cómo la gastronomía y la cultura pueden construir puentes entre naciones distantes. Todos los que participaron tuvieron la oportunidad de sumergirse en una experiencia única, descubriendo una de las joyas más preciadas de Bolivia. (RI/International Press)
Seiji Uezomi, director representante de SudoWork y el ingeniero de sistemas boliviano, Samuel Soria Correa
Singani de colección
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