En agosto de 2022, una mujer que reside en Nagoya llevó su coche Audi a un local de Bigmotor, una concesionaria de automóviles usados y taller de reparaciones, sin sospechar el problemón que le caería encima.
El motor de su Audi no arrancaba. Después de revisarlo, el personal de Bigmotor le dijo que su coche era inútil, que los arreglos costarían mucho y que la única solución era deshacerse de él, revela Mainichi Shimbun.
La mujer porfió por su Audi, pero tras cuatro horas de negociaciones, la persuadieron de que cambiara su coche por 10.000 yenes (67,4 dólares) y comprara un coche usado por 1,03 millones de yenes (6.940 dólares).
Solo dos meses antes del incidente, el Audi había pasado una inspección vehicular.
La mujer ha interpuesto una demanda contra Bigmotor, a la que acusa de haberle impuesto condiciones contractuales injustas.
La demandante solicita una compensación de 2,18 millones de yenes (14.700 dólares) por daños y perjuicios.
Bigmotor está involucrado en un escándalo de costos inflados en las reparaciones de vehículos averiados en accidentes de tráfico (sus trabajadores habían sido instruidos para dañar los coches que les llevaban para arreglar con el fin de cobrar más por los trabajos de reparación). (International Press)