El fabricante chino de automóviles BYD está lanzando su segundo modelo para el mercado japonés, un automóvil eléctrico compacto que competirá con ofertas domésticas de tamaño similar, mientras busca desafiar a algunos de los principales fabricantes de automóviles del mundo en su propio territorio.
El modelo, llamado Dolphin, tendrá un precio de 3.6 millones de yenes, unos 24.000 dólares, anunció BYD. A partir de hoy miércoles, comenzará a aceptar pedidos y espera comenzar las entregas a principios del próximo mes. El Dolphin se encuentra en la misma categoría de tamaño que el popular Toyota Yaris, un automóvil a gasolina con un precio de 2,4 millones de yenes, y el Leaf de Nissan Motor, que fue uno de los autos eléctricos más vendidos en Japón el año pasado, con un precio de 4 millones de yenes.
BYD busca demostrar su valía y sus ofertas de vehículos eléctricos en Japón, el bastión de algunos de los mayores fabricantes de automóviles tradicionales del mundo. La empresa china espera poder aprovechar la demanda en un mercado donde los fabricantes locales han sido reacios a adoptar los vehículos eléctricos.
La compañía china lanzó su primer vehículo de pasajeros en Japón en enero, el SUV mediano insignia Atto 3, con un precio de 4.4 millones de yenes. Ha vendido alrededor de 700 unidades. «Estamos desarrollando de manera constante nuestra base de clientes», dijo Atsuki Tofukuji, presidente de BYD Auto Japan, la filial encargada de los servicios de marketing en el país, a los periodistas en Tokio. BYD tiene como objetivo convertirse en el principal fabricante de vehículos eléctricos del mundo este año.
El modelo japonés del Dolphin está dirigido a conductores urbanos que buscan un automóvil pequeño y ha sido ajustado para adaptarse a las áreas de estacionamiento de condominios, que limitan la altura de los vehículos. La compañía también está considerando la demanda entre los conductores rurales que desean un segundo automóvil ágil para uso diario.
La versión japonesa también ha sido equipada con un sistema de seguridad que suprime la aceleración involuntaria, un fenómeno que se ha culpado por múltiples accidentes entre los conductores de edad avanzada en Japón.
El aumento de la demanda de automóviles pequeños ha abierto una posible oportunidad para aumentar la penetración de los vehículos eléctricos en Japón, donde las ventas de autos eléctricos representaron solo el 2% del total en 2022.
Los automóviles minúsculos y ligeros, conocidos como kei cars en Japón, se han vuelto populares por su asequibilidad y conveniencia para el uso diario. Según datos recopilados por grupos de la industria, esta categoría representó el 46% de las ventas de vehículos eléctricos en Japón el año pasado, frente al 3% en 2021.
Los kei cars eléctricos también presumen de tiempos de carga más cortos en comparación con los automóviles más grandes.
Las políticas para fomentar el uso de vehículos eléctricos también han dado impulso a los fabricantes. BYD anunció que el Dolphin es elegible para recibir subsidios que reducirían el precio a 3 millones de yenes.
El Ministerio de Economía, Comercio e Industria recientemente estableció el objetivo de instalar 300.000 cargadores eléctricos para 2030, un aumento significativo desde los actuales 30.000 y duplicando su objetivo anterior para ese año.
El Gobierno Metropolitano de Tokio ha aumentado los subsidios para la instalación de infraestructura de carga y ha hecho obligatoria la inclusión de este equipamiento en los nuevos edificios de apartamentos a partir de 2025. (RI/AG/IP/)
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