El Carnaval de Samba de Asakusa atrajo este domingo a 300.000 personas que llenaron las calles del barrio tokiota de Asakusa para celebrar su regreso tras cuatro año de para por la pandemia de COVID-19.
Participaron 16 equipos de samba que agruparon a más de 2.500 personas que bailaron y cantaron mientras las bandas tocaban música brasileña, destaca Kyodo.
El carnaval de este año no fue como el anterior, en 2019, cuando congregó a 500.000 espectadores.
Esta vez no hubo carrozas y el desfile fue más corto.
Además, al público se le prohibió sentarse en el suelo en la calle o utilizar sillas y trípodes.
La decisión de reducir la magnitud del evento se tomó debido a que cuando comenzaron los preparativos, hace más de un año, la economía japonesa estaba estancada por la pandemia y asegurar la financiación del carnaval se hacía más difícil.
También influyó la disminución del número de miembros de los equipos de samba para las prácticas de música y danza.
Sin embargo, se espera que el próximo año (o más adelante) el carnaval alcance la grandeza de antaño.
El Carnaval de Samba de Asakusa nació en 1981 inspirado en el famoso Carnaval de Río para revitalizar la zona. Fue organizado por una asociación de negocios locales.
Incluso hubo gente que viajó a Río para vivir in situ el carnaval, empaparse de su extraordinaria atmósfera y tratar de replicarla en Asakusa.
De acuerdo con sus organizadores, el de Asakusa es el carnaval brasileño más grande del hemisferio norte. (International Press)