El 28 de junio, una escuela de idioma japonés en Tokio llamó a la policía para denunciar que una de sus estudiantes, una joven china, había sido secuestrada y que sus padres en China habían recibido una demanda de rescate.
En realidad, la chica no había sido secuestrada. Se había “autosecuestrado”, previa amenaza, reporta Jiji Press.
Todo comenzó así: la estudiante recibió una llamada de una persona que decía ser un funcionario de seguridad pública chino.
Esta persona le dijo que se había emitido una orden de arresto contra ella y que tenía que organizar un falso secuestro para que sus padres pagaran el dinero que serviría para salvarla del arresto.
Los padres de la mujer recibieron una fotografía en la que parecía que su hija había sido golpeada, y depositaron 300.000 yuanes (6 millones de yenes o 42 mil dólares) en una cuenta bancaria china.
La foto había sido enviada por la misma chica.
Como ella, otros estudiantes chinos en Japón han caído víctimas de estafadores que se hacen pasar por autoridades chinas que los amenazan para que monten sus propios secuestros y de esa forma obtener el dinero del rescate de sus familiares en China.
La policía de Tokio, con la cooperación de la embajada de China en Japón, está investigando el asunto. (International Press)