Ante el progresivo declive de su población, Japón necesita más trabajadores extranjeros.
Sin embargo, “el país no está lo suficientemente preparado para acogerlos, y más posibles trabajadores se están alejando de Japón y yéndose a Corea del Sur, Europa y Estados Unidos, donde los salarios son más altos”, advierte Mainichi Shimbun.
¿Cómo crear las condiciones para hacer de Japón un país atractivo para los foráneos?
El nepalí Bhupal Man Shrestha, presidente de CE Human Resources, una agencia de empleo con sede en Tokio especializada en trabajadores nepalíes, explica que Japón es un codiciado destino laboral en Nepal.
Nepal, dice, es un país marcado por la inestabilidad política y el descontento de muchos jóvenes que no encuentran en él lo que buscan, así que deciden migrar.
Los menos educados, dicen, apuntan al Medio Oriente para trabajos físicos como el de la construcción.
La elite, formada por la gente más calificada, elige Estados Unidos o Europa.
Los que se decantan por Japón están en un nivel intermedio.
¿Por qué los nepalíes más calificados no se deciden por Japón? Por la barrera del idioma.
Otro problema son los salarios, más bajos en Japón que en otros países desarrollados.
Por ejemplo, un enfermero en el Reino Unido puede ganar al año el equivalente a 9,3 millones de yenes (66.000 dólares), más del doble que en Japón.
Los cuidadores en Israel pueden ahorrar gran parte de su remuneración debido a que sus empleadores cubren los gastos de manutención y vivienda.
Incluso los salarios en Corea del Sur son más altos que en Japón. El país vecino es más eficaz para atraer a trabajadores extranjeros.
Volviendo a los nepalíes, Bhupal Man Shrestha explica que el trato que les dispensan los japoneses en el trabajo los desmoralizan.
Cuando son severamente regañados o los japoneses emplean con ellos expresiones que consideran normales pero que para un nepalí pueden resultar demasiado duras, pierden las ganas de seguir trabajando en Japón.
Alrededor de 150.000 nepalíes viven en Japón.
Por otro lado, la NHK revela que a un evento realizado en Manila el sábado para entrevistar a enfermeros filipinos interesados en trabajar en Japón solo asistieron 17 personas, el número más bajo en 14 años.
Japón acepta enfermeros de Filipinas desde 2009 a través de un acuerdo de asociación económica.
Se cree que la debilidad del yen y la barrera del idioma están socavando el valor de Japón como destino laboral en un mercado internacional en el cual se ha intensificado la competencia por los trabajadores de salud. (International Press)