Obedeciendo una orden del Tribunal de Distrito de Osaka, el gobierno japonés otorgó hoy el estatus de refugiada a una mujer ugandesa que corre el riesgo de ser perseguida en su país por ser homosexual.
Kyodo dijo que la mujer de unos 30 años llegó a Japón en 2020 y solicitó el estatus de refugiada alegando que la policía en Uganda la agredió debido a su sexualidad. Su solicitud fue rechazada y la Agencia de Inmigración emitió una orden de deportación.
Después de presentar una demanda ante la justicia de Osaka solicitando la revocación de la orden, en marzo pasado el tribunal ordenó que se la reconociera como refugiada. Dictaminó que la orden de deportación era ilegal, ya que podría ser castigada penalmente según la ley de Uganda si regresaba a su hogar. El estado japonés decidió no apelar.
Después de recibir el visado de refugiada, la mujer dijo que se sentía muy bien y expresó su agradecimiento a todos quienes la apoyaron. Con su nuevo estatus como refugiada podrá estar Japón durante cinco años.
Este es el primer fallo desde que en marzo pasado Japón emitiera nuevas directrices sobre el reconocimiento de refugiados cuando estas personas corren el riesgo de ser perseguidos en sus países de origen por su género o por identificarse como una minoría sexual.
El gobierno también ha presentado a la actual sesión de la Dieta revisar la ley de Inmigración para permitir la deportación de personas que han solicitado repetidamente el estatus de refugiado.
Según datos oficiales, en 2022 Japón reconoció como refugiados a 202 personas, el número más alto desde que comenzó a otorgar asilos en 1982. Sin embargo, el número es pequeño en comparación con los países europeos, donde los refugiados son acogidos por decenas de miles anualmente, y con Estados Unidos, que recientemente elevó su límite anual a 125.000. (RI/AG/)
