Entre abril de 2018 y octubre de 2021, murieron 105.773 personas sin familia en Japón, según un estudio realizado por el gobierno japonés.
De ellos, poco más de la mitad, 55.424, no tenía patrimonio, razón por la cual, sin nadie que se encargara de los fallecidos, los gobiernos locales tuvieron que asumir los gastos de funeral, revela Asahi Shimbun.
En promedio, cada municipio pagó alrededor de 210 mil yenes (1.600 dólares).
En total, los gobiernos locales gastaron aproximadamente 11.600 millones de yenes (88,5 millones de dólares).
Por otro lado, la cantidad total que dejaron aquellos que sí tenían ahorros o activos ascendió a aproximadamente 2.500 millones de yenes (16,4 millones de dólares).
Sin embargo, si el dinero estaba depositado en bancos, a veces estos se rehusaban al retiro de los fondos, con lo cual los municipios tenían que afrontar los gastos funerarios.
Para aligerar su carga, el Ministerio de Asuntos Internos propone la participación de los ministerios de Salud y Justicia.
¿Cómo? Por ejemplo, que los mencionados ministerios informen de manera detallada los procedimientos legales sobre el retiro de los fondos para conocimiento de los municipios e instituciones financieras. (International Press)