Tomoka Fukakusa, una estudiante de 17 años en la prefectura de Kumamoto, se suicidó en mayo de 2018.
La adolescente era víctima de ijime por parte de cuatro compañeros de clase en la preparatoria donde estudiaba. Un día antes le habían dicho que sería mejor que muriera.
Una investigación realizada por un panel formado por la junta de educación de Kumamoto concluyó que había una relación causal entre el bullying y el suicidio.
Los cuatro se negaron a ofrecer disculpas y los padres de Tomoka decidieron demandarlos por un total de 11 millones de yenes (84.000 dólares) en 2021.
No obstante, con tres de ellos la familia llegó a acuerdos entre junio y noviembre de 2022.
Con el cuarto estableció un acuerdo, con mediación del Tribunal de Distrito de Kumamoto, esta semana, informa Mainichi Shimbun.
Además de ofrecer disculpas, el cuarto aceptó pagar una compensación de 500 mil yenes (3.800 dólares).
Como parte del acuerdo, los cuatro escribirán cartas a Tomoka y sus padres en el 10.° y el 15.° aniversario de su muerte.
Los padres de Tomoka esperan que los excompañeros de su hijo lidien con las consecuencias de sus actos a lo largo de sus vidas.
Durante el proceso de conciliación, uno de ellos dijo: “Si Tomoka resultó lastimada, lo siento”.
Palabras como estas, según el padre, le hicieron darse cuenta de que los excompañeros de su hija aún no son capaces de enfrentar el hecho de que Tomoka murió debido a sus actos.
El padre expresó su esperanza de que al menos en el aniversario de su muerte, los cuatro “junten sus manos hacia el cielo, enviando sus pensamientos a Tomoka”.
Por su parte, la madre espera que a raíz de los acuerdos, los jóvenes “puedan mostrar remordimientos desde el fondo de sus corazones”.
A pesar de que ya han transcurrido cinco años del trágico hecho, los amigos de Tomoka visitan su casa cada vez que se conmemora un aniversario mensual de su muerte.
Tomoka, recordaron sus papás, nunca hablaba mal de nadie y estudiaba mucho porque quería trabajar en el campo médico. (International Press)
