El 30 de marzo de 1995, diez días después del atentado con gas sarín en el Metro de Tokio, un hombre disparó al jefe de la policía de Japón, Takaji Kunimatsu, cuando salía de su apartamento en la capital japonesa.
La Agencia Nacional de Policía investigó el ataque como un caso sospechoso de terrorismo perpetrado por la secta AUM Shinrikyo, autora del atentado en el Metro de Tokio.
Hiroshi Nakamura, un hombre que hoy tiene 92 años y que fue sentenciado a cadena perpetua por robo e intento de asesinato por los ataques a vehículos de transporte de dinero en Osaka y Nagoya entre 2001 y 2002, dijo una vez que le disparó al jefe de la policía.
También declaró que había tenido un cómplice sin revelar su identidad.
La policía, sin embargo, jamás pudo señalar al cómplice y el caso expiró en 2010 sin que se acusara a Nakamura por el ataque.
Mainichi ha identificado al cómplice y logrado que este confiese su participación.
El hombre hoy tiene 49 años, fue miembro de las Fuerzas de Autodefensa de Japón y conoció a Nakamura en 1993 en Estados Unidos, adonde ambos habían viajado.
El hombre regresó a Japón alrededor de dos meses después y mantuvo contacto con Nakamura.
En marzo de 1995, Nakamura le ofreció 50 mil yenes (377 dólares al cambio actual) por un “trabajo” que consistía en conducir un vehículo. Nada más.
El 30 de marzo, ambos se dirigieron en el coche al estacionamiento de una sucursal de la empresa de telecomunicaciones NTT en Tokio, aproximadamente a 700 metros de la escena del ataque al jefe de la policía.
Nakamura le dijo que se iba a reunir con una persona y que lo esperase.
Aproximadamente una hora después Nakamura regresó y se fueron. Eso fue todo.
Nakamura no le informó al hombre -según las declaraciones de este a Mainichi- sobre el propósito de su trabajo de conducir.
Un año y ocho meses después, en noviembre de 1996, Nakamura le dijo que le había disparado al jefe de la policía de Japón.
Durante la investigación del ataque, la policía accedió a los contactos de Nakamura, supo del cómplice y lo interrogó varias veces entre febrero y marzo de 2010.
El hombre, sin embargo, negó haber ayudado a Nakamura y el caso prescribió.
Durante su confesión a Mainichi, el hombre dijo: “Tenía 21 años en el momento del ataque. Nunca habría participado si hubiera sabido que iba a dispararle al jefe de la policía. No tenía mucho dinero en ese entonces y solo pensé que era un trabajo fácil y bien pagado”.
¿El intento de asesinato tuvo relación con el atentado con gas sarín?
La policía no ha encontrado ninguna relación entre Nakamura y la secta que lo cometió.
Nakamura le dijo al cómplice que le había disparado al jefe policial porque odiaba a la policía.
En 1956 Nakamura mató a un policía y pasó 18 años en prisión por el crimen.
La confesión del cómplice ya no tiene relevancia para la policía, pues el caso se cerró en 2010. (International Press)
ANN