¿Estamos preparados para la vejez en Japón?, por Julio Peña

Optimismo y actividad en la nueva etapa de la vida.
(Foto freepik)

A pocas semanas para cumplir los 65 años, parece que el tiempo hubiera volado y estoy a un paso de la jubilación. Quien se encargó de recordármelo fue el dueño de la empresa donde laboro. En ese momento me percaté que, pese a que trabajo a la par o mejor que otros empleados, mi edad sugiere lo contrario. Pensé en todos mis amigos y conocidos con quienes acostumbraba a jugar al fútbol, que muchos rondan mi edad y tal vez están pasando por lo mismo.

Trabajamos duro para alcanzar nuestras metas, sé que a la mayoría que le ha ido bien, pero ¿y la vejez? ¿Nos haremos cargo de ella o serán nuestros hijos quienes se encarguen de nosotros?


No es tarde, considerando que la esperanza de vida llega fácilmente a los 85 años, en mi caso tengo tiempo para iniciar algún emprendimiento, aprender un idioma u obtener un título académico...

No es un tema menor. La educación financiera es un curso pendiente para nuestra comunidad. Se solucionaron los problemas inmediatos, pero los planes a mediano o largo plazo que permitirán la anhelada libertad financiera aún están por resolver.

No es tarde, considerando que la esperanza de vida llega fácilmente a los 85 años, en mi caso tengo tiempo para iniciar algún emprendimiento, aprender un idioma u obtener un título académico ahora que internet lo permite. Lo importante es cambiar la mentalidad.

Recuerdo a un amigo que cuando le hablaba de seguir un curso on line me respondía con un : “Perro viejo no aprende truco nuevo”. El pesimismo o el conformismo, cualquiera de ellos es peligroso. No es la edad la que envejece a una persona, sino la falta de movimiento. Es preciso activar tanto el cuerpo como la mente para mantenerse saludable, por ello hacer ejercicio, mantener una buena higiene, cuidar la alimentación y fomentar las relaciones sociales, son algunas acciones que deberíamos considerar.


Elisa Hirai, es un ejemplo de que la edad puede ser una ventaja. Con 58 años y su vasta experiencia en atención de ancianos le ha permitido iniciar una empresa en ese rubro: “Seina Corporation”, encargada del área de cuidados de adultos mayores y personas con necesidad de asistencia. Junto con Mónica Lorena y Akira Koike han iniciado un proyecto en la prefectura de Gunma que beneficiará a todos sin importar nacionalidad.

“La edad no es una barrera. Es una limitación que pones en tu mente”, reza la frase.

 


(*) Julio Peña. Colaborador. Director ejecutivo del Foro Reflexión Perú, capítulo Japón.

 

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