El martes pasado, el exmédico Naoki Yamamoto fue condenado a 13 años de prisión por el asesinato de su padre en 2011.
Yamamoto, de 45 años, su madre Junko y el médico Yoshikazu Okubo se aliaron para acabar con la vida de Yasushi Yamamoto, según la fiscalía.
En el juicio que enfrenta en el Tribunal de Distrito de Kioto, Junko, de 78 años, negó haber asesinado a su esposo en complicidad con su hijo y Okubo, informó Kyodo.
La víctima, entonces de 77 años, fue dado de alta de un hospital en la prefectura de Nagano donde había recibido tratamiento por un trastorno mental.
Yasushi fue llevado a un apartamento en Tokio y asesinado el mismo día en que salió del hospital, de acuerdo con la acusación.
La anciana declaró en el juicio que no sabía cómo murió su esposo e incluso cuestionó que su muerte pudiera considerarse un asesinato.
La fiscalía sostuvo, por su parte, que madre e hijo, con la ayuda de Okubo, mataron a Yasushi porque lo consideraban una carga debido a su enfermedad mental.
La condición de Yasushi cuando fue dado de alta no era tan mala como para que muriera inmediatamente después de salir del hospital, dijo.
Naoki y Okubo están implicados en la muerte, en 2019, de una mujer de 51 años que padecía esclerosis lateral amiotrófica.
Ambos han sido acusados de haberle suministrado a la mujer de 51 años una dosis letal de un sedante en su casa de Kioto, supuestamente por petición de ella.
Naoki y Okubo serán enjuiciados por separado por la muerte de la mujer.
La eutanasia no es legal en Japón. (International Press)
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