Masayoshi Arai, ex secretario ejecutivo del primer ministro de Japón, Fumio Kishida, desprecia tanto a los homosexuales que llegó a decir que “ni siquiera quiere mirarlos”.
La semana pasada, en diálogo con los periodistas, dijo que detestaba mirarlos y que no quisiera vivir cerca de ellos.
Kishida despidió al funcionario homófobo, pero eso no ha conseguido aplacar los ataques de la oposición.
Kenta Izumi, líder del opositor Partido Democrático Constitucional de Japón, hizo hincapié en que Arai redactaba los discursos de Kishida y dijo que sus comentarios fueron “espantosos y tienen el potencial de dividir a la sociedad”, según Asahi Shimbun.
La presencia de una persona como Arai en el círculo de Kishida contradice el lema del gobierno de inclusión y diversidad, dijo Izumi.
La oposición se alista para “acribillar” a Kishida con preguntas acerca de su postura sobre las minorías sexuales cuando se presente en la Dieta el 8 de febrero.
Las declaraciones extraoficiales de Arai comprometen a Kishida porque, afirmó, todos los secretarios ejecutivos del primer ministro se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Japón es el único país del G7 que no ha legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo. Kishida mantiene una postura “cauta” al respecto. A juzgar por lo dicho por su exsecretario, Kishida estaría en contra, pero no lo dice abiertamente por razones políticas.
Por otro lado, Soshi Matsuoka, un activista gay de 28 años, declaró a Asahi que los comentarios “indefendibles y discriminatorios” lo conmocionaron por tratarse de un funcionario de tan alto rango.
No basta con el despido de Arai para cerrar el tema, añadió. El gobierno, dijo, debe publicar un mensaje de condena explícita a la discriminación contra las minorías sexuales.
Por su parte, un cuarentón que reside en la prefectura de Kumamoto reveló que se echó a llorar cuando escuchó los comentarios de Arai, un ataque directo a él, a su pareja y a todos sus parientes que apoyan su lucha por tener acceso legal a un matrimonio.
“No estamos reclamando ningún derecho especial, solo el derecho a una vida ordinaria y pacífica”, manifestó.
Las palabras de Arai han causado preocupación en las filas del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD).
Un miembro del partido dijo que tienen que hacer algo para que el público no equipare la postura de Arai con la del PLD. (International Press)