En la primera semana del año, llamó la atención en Japón el arresto de una mujer de 63 años y su hijo de 37 por tomar a escondidas fotos de las clientas de un baño público de Nagoya en diciembre pasado.
Ambos fueron descubiertos y arrestados por la policía de Nagoya.
Aquella vez, la mujer aceptó su delito y el hombre intentó minimizar su intervención, arguyendo que se había limitado a darle consejos e instrucciones a su madre.
La realidad, sin embargo, es otra.
Si bien la mujer aceptó haber tomado las fotos de las mujeres en el vestuario y el baño, aseguró que lo hizo por petición de su hijo, “para ayudarlo a calmarse un poco”.
En declaraciones a la policía que recoge Yomiuri Shimbun, la mujer explicó que su hijo ha sido un hikikomori (persona que se aísla de la sociedad) durante unos 20 años.
El hecho por el que fueron arrestados no es el único. Ambos estarían involucrados en 20 incidentes del mismo tipo desde agosto del año pasado.
El hombre declaró que pensaba editar las fotos y venderlas. La policía no ha hallado evidencia de la venta de las imágenes.
Madre e hijo viven juntos. (International Press)
