Un artesano que vive solo en un pueblo se reencuentra con su hijo cuando este regresa temporalmente a Japón con la mujer con la que se casó mientras estaba en el extranjero.
Mientras tanto, una pareja de brasileños que vive en un complejo de apartamentos tiene problemas con un grupo de pandilleros.
Entre ambas partes se genera un lazo que es el corazón de la película “Familia”, que muestra “la tristeza y la rabia de los brasileños que enfrentan la discriminación en Japón”, revela Yomiuri Shimbun.
El director del filme, actualmente en las salas de cine de Japón, es Izuru Narushima, quien rodó varias escenas en la ciudad de Toyota, Prefectura de Aichi, en un complejo de apartamentos que aloja a muchos brasileños que trabajan en fábricas.
Narushima explica que la atmósfera del complejo no se podía recrear cinematográficamente, motivo por el cual decidió grabar directamente en él. “Es uno de los pilares de la película”, declara a Yomiuri.
El protagonista de la cinta, el hombre que encarna al artesano, es el actor Koji Yakusho.
Con respecto a los brasileños, los eligió a través de audiciones. Todos tenían poca o ninguna experiencia en la actuación.
El director habló con ellos, se enteró de sus historias de vida, y sobre la base de sus relatos preparó el guion para que los brasileños, mientras actuaban, supieran que la película trata sobre ellos mismos.
¿Cómo nació la idea de la obra?
Narushima ha tenido interés en en los inmigrantes y refugiados durante mucho tiempo.
Una vez vivió en el distrito de Okubo, Tokio, donde residen muchos extranjeros, y forjó amistades con personas de países como Corea del Sur y China.
El director recuerda que una vez escuchó un mensaje de odio mientras comía con un amigo extranjero.
“¿No podemos vivir en armonía independientemente de los asuntos políticos?”, se preguntó. Esto lo estimuló a hacer la película.
“Reconocer los sentimientos de cada persona crea vínculos entre la gente, independientemente del país del que provengan”, subraya. (International Press)
