La muerte de una mujer causada por un automovilista de 97 años en la prefectura de Fukushima el sábado ha vuelto a colocar en la agenda de Japón los accidentes provocados por conductores de avanzada edad.
En concreto, los reflectores apuntan a la prueba sobre capacidad congnitiva que un anciano debe superar cuando renueva su licencia de conducir.
Actualmente, una persona de 75 años o más debe someterse a un examen para evaluar su memoria y capacidad de juicio antes de renovar sus permisos cada tres años, revela la NHK.
El intervalo de tres años es muy grande. Así piensa el experto y profesor universitario Masabumi Tokoro.
En declaraciones a la emisora japonesa, Tokoro subraya que un anciano puede haber estado bien hace tres años, pero posiblemente no ahora.
Por eso, “los mayores deberían realizar una prueba cognitiva cada año, tal como se harían un control de salud”.
En el caso del nonagenario de Fukushima, hace dos años pasó una evaluación cognitiva cuando renovó su licencia.
El hombre de 97 años atropelló a la víctima mortal en una acera, derribó árboles y chocó contra tres vehículos que esperaban en un semáforo en rojo.
Cuatro personas que estaban en los coches con los cuales colisionó resultaron heridas.
El hombre fue arrestado por conducción negligente causante de muerte.
La policía no ha encontrado indicios de que el anciano hubiera intentado frenar.
En 2021, los conductores de 75 años o más estuvieron involucrados en más de 340 accidentes automovilísticos fatales, alrededor del 15 % del total en Japón, un máximo histórico. (International Press)