Durante una reunión de legisladores del gobernante Partido Liberal Demócrata en Tokio realizada el miércoles, el ministro de Justicia de Japón, Yasuhiro Hanashi, dijo que su trabajo era “ordinario”, según Jiji Press.
Hanashi afirmó que su cargo solo atrae los titulares de los medios cuando aprueba la ejecución de un condenado a muerte.
Sus declaraciones causaron un alud de críticas, incluso del mismo gobierno.
El secretario jefe del gabinete de Japón, Hirokazu Matsuno, llamó a Hanashi a su oficina al día siguiente para reprenderlo por la metedura de pata, informó Asahi Shimbun.
Hanashi admitió ante los medios que Matsuno lo había amonestado y le había exigido que fuera más cuidadoso con sus declaraciones.
El ministro ofreció disculpas públicas por minimizar el puesto que ocupa.
Matsuno, por su parte, declaró: “Quiero que (Hanashi) tome conciencia de la seriedad de su tarea y cumpla con sus deberes con firmeza”.
Con su acto de contrición, sin embargo, no terminan los problemas para Hanashi, pues legisladores de oposición, e incluso algunos miembros del partido de gobierno, han pedido su destitución. (International Press)
