Chikae ide tiene 74 años y es una reconocida artista de manga.
Su última obra, “Poison Love”, está basada en una insólita historia real de estafa de 75 millones de yenes (523 mil dólares) de la que ella fue víctima.
Durante años, Ide creyó ser la esposa del actor estadounidense Mark Ruffalo.
Asahi Shimbun relata su historia.
Todo comenzó en 2018, cuando Ide encontró un mensaje escrito en inglés en su cuenta de Facebook enviado por alguien que decía ser la estrella de “Avengers”.
La japonesa tuvo dudas, pero decidió responder. Utilizando una función de traducción, escribió un texto en inglés en el cual se presentó como una dibujante de cómics septuagenaria. También adjuntó una foto de sí misma.
El estafador le dijo que se veía “genial” y ella se sintió halagada. Y el delincuente se ganó su confianza.
Ide le contó que era madre de tres hijos a los que había criado casi sola, después de divorciarse de su esposo, un hombre violento.
El ladrón le escribió: “Yo nunca te haré sentir triste”.
“Ruffalo” compartió con ella su propio “drama”: dijo que estaba angustiado por la muerte de su hermano menor y que estaba negociando en secreto las condiciones del divorcio de su esposa.
Fue entonces que llegó la primera clarinada de alerta. Una persona amiga que vive en Estados Unidos le dijo que el tal Ruffalo podía ser un impostor y que escribía como alguien que no sabe bien inglés.
Ide tenía dudas, pero estas desaparecieron con una videollamada de 30 segundos en la que habló con Mark Ruffalo.
Lo que la japonesa no sabía, revela Asahi, era que el impostor había utilizado un video deepfake.
Sin la menor duda de que mantenía una relación con el actor, su amor hacia él se intensificó.
Para halagarla, el estafador le decía que era una “mujer mayor hermosa”, entre otras cosas.
“También me dijo que la diferencia de edad no era un problema para él y que quería hacerme feliz”, recuerda Ide.
“Ruffalo” se ganó el corazón de la mujer, la hizo llorar de la emoción y en septiembre de ese año se casaron extraoficialmente en línea.
Tras el matrimonio comenzaron los robos.
Repentinamente, “Ruffalo” le dijo que tenía problemas de dinero.
Un mes después de casados, le dijo que había perdido un vuelo de Nueva York a la costa oeste de EEUU, adonde tenía que ir por su divorcio, y le pidió 1.100 dólares para comprar un boleto de avión.
El estafador le dio el número de una cuenta bancaria de otra persona para que le depositara el dinero, arguyendo que no podía darle la suya porque un tribunal la estaba vigilando debido a las negociaciones relativas al divorcio.
Ide le mandó el dinero, el primer envío de muchos.
Más adelante, le pidió 4.000 dólares porque tenía problemas para cobrar su salario como actor y 3.000 dólares porque se había lastimado el pie.
Cada vez que le pedía plata, “Ruffalo” le aseguraba que se la devolvería. Nunca lo hizo e Ide perdió todos sus ahorros.
El hecho de que perdiera todos sus ahorros no amilanó al ladrón. “Te lo ruego, esposa mía”, le escribió para que continuara prestándole dinero.
Ide vendió sus joyas, aplazó el pago de salarios a su asistente, se atrasó en el pago de los servicios públicos, y llegó al extremo de utilizar los ahorros de su hijo mayor.
También pidió dinero prestado a amigos.
La historia dio un giro extraño cuando el delincuente le dijo que tenía una fortuna oculta de 12 millones de dólares y que quería que ella se hiciera cargo del dinero. Además, Ide podría tomar 200 millones de yenes (1,39 millones de dólares).
Poco después, dos hombres tocaron la puerta de su casa y le dejaron una bolsa que contenía papeles negros espolvoreados con polvo blanco.
La mujer sumergió algunos papeles en un líquido que los dos hombres llamaron “aceite”.
El líquido, según los cómplices, permitía revelar que los papeles eran billetes auténticos de 100 dólares.
Antes de irse de su casa, los hombres le advirtieron de que no tocara el aceite porque era veneno.
Mientras tanto, “Ruffalo” le seguía pidiendo dinero. Cuando Ide cobró 35 millones de yenes (244 mil dólares) de un contrato de patrocinio con la marca de lujo Gucci, le envió la mayor parte del dinero.
Un día el estafador le dijo que tenía leucemia.
Unos tres años después de su falso matrimonio con Mark Ruffalo, una hija de Ide se enteró de la situación después de que encontró una orden de embargo enviada por una compañía de préstamos hipotecarios a la casa de su mamá.
“Si tu esposo es una celebridad millonaria, ¿por qué necesita tanto dinero?”, le preguntó a su madre.
“No puedo darme el lujo de dejarlo ahora”, respondió Ide.
La mujer no entendía de lógica ni de razones, estaba completamente dominada por el hombre.
La hija tomó una acción drástica: le dio 200 mil yenes (2.440 dólares) a su madre para que se los prestara al estafador. “Si no te devuelve el dinero, entonces deberás reconocer que esto es una estafa”, le dijo.
El dinero, como era previsible, nunca fue devuelto.
Pese a ello, a la artista le costó admitir que había sido engañada.
Con la paciente ayuda de sus hijos, pudo escapar del “control mental ejercido por su esposo en línea”, según Asahi.
La historia de su relación con el delincuente duró tres años y medio. Nunca vio en persona al hombre. En total, perdió 75 millones de yenes.
Finalmente, acudió a la policía en junio de 2021.
“A medida que me hacía mayor, me preocupaba más mi salud y perder mi trabajo. El estafador encontró una manera de llenar el vacío en mi corazón”, dice.
“Fue una experiencia tan estúpida”, añade.
Sin embargo, ha decidido compartir su historia para que otras mujeres no sean víctimas de estafadores en línea que les prometen amor. “Espero que la gente la tome como una lección”.
“Pido perdón a mis amigos y allegados que me prestaron dinero mientras yo me negaba a escucharlos. Y juro que seguiré dibujando manga hasta que me muera para devolverles el dinero”.
¿Y el falso Mark Ruffalo? La policía no ha logrado localizarlo. (International Press)
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