El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo hoy que su gobierno tomará medidas adicionales para aliviar el impacto del aumento de los precios, particularmente en la energía y los alimentos, dijo Kyodo.
El aumento de los precios de la energía, las materias primas y los cereales, atribuido en gran medida a la guerra de Rusia en Ucrania, ha asestado un duro golpe a la tercera economía más grande del mundo.
El gobierno ya ha anunciado una serie de medidas de alivio de la inflación, incluidos subsidios destinados a reducir los precios minoristas de la gasolina, ayudar a los agricultores afectados por el aumento de los costos de los fertilizantes y evitar que el precio del trigo importado que vende el gobierno suba por encima de los niveles antes de la guerra en Ucrania que comenzó en febrero.
«El pan y los fideos, que están hechos de trigo, son artículos esenciales en nuestra vida diaria. Es fundamental que sus precios sean estables», dijo Kishida tras una reunión, a la que asistieron hoy ministros del gabinete y líderes empresariales recién nombrados.
«Instruiré (a los funcionarios) para que extiendan el apoyo atendiendo las necesidades de cada región y tomen medidas adicionales centradas en la energía y los alimentos que constituyen la mayor parte de las recientes alzas de precios», agregó.
Japón no ha visto una inflación acelerada como en Estados Unidos o en algunas naciones europeas, pero los consumidores ya están sintiendo los efectos de los precios más altos de los bienes cotidianos, lo que podría frenar el repunte del consumo tras el levantamiento de las restricciones por el COVID-19.
Kishida dijo después de reorganizar el gabinete el miércoles de esta semana que usará el gasto fiscal sin dudarlo para responder a la inflación y al COVID-19, primero utilizando 5,5 billones de yenes (unos 41.000 millones de dólares) en fondos de reserva asignados en un presupuesto complementario para el año fiscal 2022. (AG/)