Embajador cubano en Japón, Miguel A. Ramírez, participó en las ceremonias por el 77 aniversario de las bombas nucleares contra Hiroshima y Nagasaki, que ocurrieron en 6 y 9 agosto de 1945, respectivamente.
«Con la presencia del Embajador en Nagasaki, Cuba reitera su compromiso con el desarme nuclear y la paz internacional», dijo la embajada cubana en Japón.
Embajador cubano depositó una ofrenda floral en nombre del pueblo y el gobierno cubanos en el monumento a las víctimas en el Parque de la Paz de Nagasaki, que hoy recuerda el día del lanzamiento de la bomba.
El 9 de agosto de 1945, tres días después del ataque estadounidense en Hiroshima, se lanzó la segunda bomba atómica en Nagasaki, un hecho que ocurrió por descarte pues el objetivo original era el puerto industrial de Kokura. La escasa visibilidad por una mala condición del clima hizo que la ciudad elegida fuera Nagasaki.
La explosión se produjo a 500 metros sobre el suelo y mató al instante a unas 40.000 personas, una cifra menor a la de Hiroshima, debido a que la ciudad se extiende por varios valles y las montañas protegieron a más del 50% de la ciudad.
Un mes después finalizó la guerra con la rendición de Japón y Nagasaki quedó con el sino de haber sido la segunda y, hasta ahora, la última ciudad arrasada por una bomba nuclear.
El embajador Ramírez también visitó en compañía de su esposa, el Monumento a la Grulla del Sol de la Paz, una obra que Cuba donó a Nagasaki en 1988. (RI/)
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