Tetsuya Yamagami (41), el hombre que asesinó al ex primer ministro Shinzo Abe, confesó a la policía que inicialmente planeó atacar al líder de un grupo religioso que creía hizo que su madre entregara grandes donaciones, según fuentes de la investigación.
Yamagami, admitió que planeó matar a Abe creyendo que éste tenía vínculos con el grupo religioso que sumió en una crisis económica a su familia, dijeron las fuentes citadas por el Nikkei.
Abe fue declarado muerto el viernes, unas cuatro horas y media después de recibir un disparo por la espalda durante un discurso frente a una estación de tren en la ciudad de Nara. Yamagami fue arrestado en la escena con el arma de fabricación casera que utilizó para el ataque.
El día anterior a ataque mortal, Yamagami estuvo en la ciudad de Okayama, donde Abe también dio un discurso de campaña por las elecciones a la Cámara de Consejeros del domingo.
Los legisladores y público en general arreciaron sus críticas contra las fallas en la seguridad de la policía que permitieron que el atacante consumara su propósito.
En una conferencia de prensa, Tomoaki Onizuka, jefe de la policía de la prefectura de Nara, se disculpó por no haber evitado el incidente y admitió: «Es innegable que hubo problemas en la seguridad».
Abe murió por pérdida de sangre, dijo la policía, y una autopsia determinó que tenía dos heridas de bala en la parte superior del brazo izquierdo y en una arteria debajo de la clavícula que acabaron con su vida.
Yamagami ha negado haber cometido el crimen porque se oponía a las creencias políticas de Abe, sino que todo se centra en una supuesta relación del ex primer ministro al grupo religioso en el que estaba su madre.
La policía registró su casa el viernes y encontró artículos que se cree que son explosivos y armas caseras, incluidas otras similares a la que utilizó en el ataque.
Yamagami, que estaba desempleado, había trabajado anteriormente para una empresa en la región de Kansai desde el otoño de 2020, pero renunció en mayo de este año, según la agencia de empleo de Nara. Antes fue miembro de la Fuerza de Autodefensa Marítima durante unos tres años hasta agosto de 2005.
En medio del calor abrasador y fuertes lluvias, casi 500 personas hicieron cola ante un altar instalado en un lugar cercano a la escena del ataque para presentar sus respetos, dejar flores y otras ofrendas. (RI/NI/)
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