La estrategia del ejército ruso para alcanzar los objetivos de su ofensiva ha quedado claro: destruir la infraestructura privada y las zonas residenciales de Ucrania. Se trata de infundir miedo con ataques indiscriminados, disminuir el espíritu de lucha del lado ucraniano y forzar rendición masivas.
Los analistas de la guerra sostienen que Rusia utiliza la misma táctica utilizada en la guerra civil siria, por lo que existe un riesgo creciente de provocar una grave crisis humanitaria.
El Ministerio de Defensa ruso dijo ayer en un comunicado que había reanudado los ataques en la ciudad portuaria de Mariupol, en el sureste de Ucrania, y en las cercanías de Borno Baja, según CNN TV. Los dos países dijeron que suspenderían temporalmente el compromiso y evacuarían a los civiles de las dos ciudades, pero según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, las tropas rusas continuaron atacando y la evacuación se pospuso.
“La propuesta de alto el fuego de Rusia parece haber sido un esfuerzo por reubicar tropas para un nuevo ataque mientras suaviza las críticas internacionales”, dijo ayer un alto funcionario del Ministerio de Defensa británico en Twitter. «Rusia acusará a Ucrania de romper su promesa (de alto el fuego) y cambiará la responsabilidad en caso de bajas civiles», dijo.
Estados Unidos y Europa creen que el ejército ruso está ampliando sus objetivos de ataque a instalaciones privadas y zonas residenciales. «Escuelas, hospitales y hogares han sido bombardeados, el peor ataque militar en Europa en décadas», acusó Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en una conferencia de prensa realizada ayer. También afirmó que las tropas rusas utilizaron municiones de racimo en Ucrania, que son fáciles de usar para ataques indiscriminados y altamente letales.
El viernes, las tropas rusas también dispararon contra infraestructura civil en el área de la planta de energía nuclear Zaporiyia en la ciudad de Energodar y otros objetivos civiles, pero Rusia cambió la narrativa de los hechos al afirmar que las tropas tenían la planta en su poder cuando fueron atacados por los ucranianos. El hecho es que el alcalde de la ciudad dijo que un comando ruso, al parecer integrado por chechenos prorrusos, tomaron las instalaciones y dejaron gravemente heridos a dos trabajadores.
LA ESTRATEGIA RUSA COMO EN SIRIA
Inmediatamente después de que comenzara la invasión, el ejército ruso limitó sus ataques a instalaciones relacionadas con el ejército, como pistas de aterrizaje y sistemas de defensa aérea, pero la táctica ha cambiado.
Citada por el Nikkei, Anna Borshshevskaya, investigadora principal del Instituto Washington para la Política del Cercano Oriente, señala que las tropas rusas están comenzando a adoptar en Ucrania las tácticas utilizadas en la guerra civil siria. Es un método de rendición mediante ataques indiscriminados que provocan una crisis humanitaria o agravan el espíritu de lucha del enemigo.
Rusia intervino en la Guerra Civil Siria en 2015 para apoyar al régimen de Bashar al-Ásad. En la parte este del norte de Alepo, se realizó un intenso bombardeo con misiles en un corto período de tiempo, destruyendo hospitales e infraestructura privada y persiguiendo a los disidentes.
Rusia se defendió y negó las acusaciones de que la administración de Assad había usado armas químicas contra civiles en una base disidente cerca de la capital, Damasco. El drama humanitario fue muy grave.
FALLAS RUSAS Y EL CAMBIO TÁCTICO
Entonces, el cambio táctico en Ucrania por parte del ejército ruso se debe al estancamiento del avance hacia Kiev, que era el objetivo máximo.
Para sostener su ofensiva con misiles y aviación, el ejército ruso envió un convoy de tanques, vehículos blindados y otras unidades militares de 60 kilómetros de largo al norte de Kiev. Un alto funcionario del Departamento de Defensa de EEUU dijo que a los periodistas que el convoy estaba a 25 km de Kiev y que en tres días no había podido avanzar.
Las tropas ucranianas han bloqueado el acceso al destruir los puentes por los que han pasan los convoyes hacia Kiev y cortar su línea de abastecimiento, según dijo el Ministerio de Defensa de Ucrania. Debido a la falta de combustible y de alimentos, parece ser difícil que el convoy se mueva. También se ha señalado la baja voluntad de lucha del ejército ruso como otra razón del estancamiento de la invasión.
Entre tanto, expertos rusos en defensa temen que los ataques indiscriminados de las tropas enviadas por Putin conllevan el riesgo de estimular el sentimiento antirruso del pueblo ucraniano. Desde el inicio de la invasión, hay un movimiento entre los ucranianos para participar en la batalla. Incluso si Rusia establece un gobierno prorruso en Ucrania, existe la opinión de que si la oposición del pueblo se extenderá y verá comprometida su estrategia de establecer un gobierno prorruso que le sea fiel e incondicional.
Seth Jones, subdirector senior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), señala que las tropas extranjeras de ocupación necesitan 20 soldados por cada 1.000 personas para controlar el país invadido de acuerdo a la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Se estima que las tropas rusas reunidas para invadir Ucrania son de unas 190.000 personas en Ucrania, es decir cuatro soldados por cada 1.000 personas.
La guerra relámpago, fácil y rápida, que Putin diseñó no está saliendo según lo planeado y Rusia corre el riesgo de quedar atrapada en suelo ucraniano por mucho que pueda llegar el momento en que no quede más remedio que retirarse. (NI/RI/)