Al cumplirse una semana del inicio de la invasión a Ucrania, Moscú ha reconocido sus primeras bajas con 498 muertos y 1.597 heridos entre sus tropas. Sin embargo, Ucrania afirma que las bajas rusas son mucho mayores.
Según el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania el ejército ruso ha sufrido alrededor de 9.000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros. Asegura haber destruido o inutilizado 217 tanques, unos 900 vehículos blindados, además de 90 sofisticados sistemas de artillería, 30 aviones de combate, 31 helicópteros, 60 tanques de combustible, entre otros.
Observadores militares estadounidenses y europeos calculan que hasta el lunes 28 de febrero unos 2.000 soldados rusos perdieron la vida en su ofensiva y que los objetivos de la invasión ordenada por el presidente Vladimir Putin estaban lejos de cumplirse.
UCRANIANOS NO SE HAN DESMORALIZADO
Los analistas militares rusos dicen que se avecinan grandes obstáculos para las fuerzas enviadas por el presidente Vladimir Putin.
Vadim Kozyulin, profesor de la Academia de Ciencias Militares de Rusia, dijo hoy al Nikkei que si bien los ataques aéreos ayudaron a Rusia a establecer la supremacía aérea, no se desmoralizaron ni desorientaron a las fuerzas armadas ucranianas tanto como se anticipó inicialmente. «El ejército ucraniano sigue siendo capaz de combatir, a pesar de que una parte significativa de la infraestructura militar fue destruida», dijo.
Otro desafío sería ocupar los principales centros de población. En lugar de deponer las armas en masa, como esperaban algunos en Moscú, las fuerzas ucranianas se han fortificado en las ciudades y han ofrecido una fuerte resistencia. Las autoridades locales han animado a los ciudadanos a unirse a la lucha repartiendo rifles de asalto y dando instrucciones sobre cómo hacer cócteles molotov.
Alexéi Leonkov, director de la revista rusa Arsenal de la Patria, analizó otro aspecto negativo en la campaña militar rusa.
“Los combates prolongados en Ucrania corren el riesgo de poner en contra de ellos incluso a los ucranianos que todavía sienten cierta lealtad a Rusia porque nadie quiere vivir constantemente en sótanos y esquivar los disparos”, dijo Leonkov. “Es por eso que el objetivo de la operación desde el principio fue concluir lo más rápido posible”. (NI/RI/)