El instituto de investigación RIKEN puede haber descubierto que cerca del 60% de los japoneses poseen tipos de glóbulos blancos que actúan como un tipo de factor o células inmunes contra el coronavirus.
Aunque está a nivel de experimento, existe inmunidad cruzada y es posible que sea se trate de un “factor X” que explique los pocos casos de japoneses con cuadros severos de coronavirus. Los resultados fueron publicados en una revista científica inglesa.
Cuando un virus invade el cuerpo se produce una sustancia llamada péptido, que es un antígeno que denota invasión viral de la superficie celular por acción inmunitaria.
Las «células T asesinas», que están presentes en el sistema inmunitario, son estimuladas por este mecanismo, proliferan y forman anticuerpos que destruyen las células infectadas por el virus.
Las células T asesinas reconocen y activan fragmentos de proteínas virales (péptidos) de las que hay varios tipos que reaccionan según la variedad de leucocito en que se encuentren.
El equipo de investigación se centró en el tipo de leucocitos “A24” que está en la sangre de alrededor del 60% de los japoneses. En el laboratorio se extrajeron células de este tipo y se les administró el péptido “QYI”, que es parte de la proteína de pico del coronavirus. Inmediatamente las células T asesinas se activaron y se expandieron en un 83,3%.
En el experimento en el que se agregaron péptidos de coronavirus estacional que causa la gripe y del COVID-19 a las células T asesinas hizo que éstas reaccionaran igual en ambos casos, es decir atacando las células infectadas.
En Japón existe la opinión de que las infecciones por coronavirus son menos graves y hay menos muertos por lo que se están realizando investigaciones para encontrar la causa.
El tipo de leucocitos “A24” está presente en la sangre del 10 al 20% de los occidentales, uno de los motivos de la agresividad del coronavirus en esas personas. Shinchiro Fujii, el jefe del equipo RIKEN, dijo a la prensa local que “éste es uno de los factores X” que podría explicar el menor impacto del coronavirus en Japón, aunque aún deben realizarse más investigaciones para confirmar si el “A24” es la clave de la interrogante.
Al mismo tiempo, el descubrimiento puede ayudar a desarrollar una vacuna más efectiva que las actuales, tanto para reforzar las defensas del cuerpo entre japoneses como para crearlas y multiplicarlas entre los occidentales. (IP/PJ/NI/)