El gobierno y las empresas japonesas están luchando contra los imitadores de China y Corea del Sur que han logrado apoderarse de semillas y productos desarrollados en Japón que van desde las fresas, uvas y hortalizas hasta el whisky.
En abril de este año, Japón tuvo que revisar su Ley de Semillas y Protección de Variedades de Vegetales que entrarán en vigencia en el año fiscal 2022 para defender mejor la propiedad intelectual relacionada a las nuevas semillas.
Se trata de proteger el valor de la marca de unas 1.975 variedades de frutas y hortalizas desarrolladas en Japón. Sus semillas y plántulas no podrán sacarse del país. Entre ellas se encuentran las fresas Amao, las uvas Shine Muscat, el arroz Yumepirika y las papas Beniharuka.
Japón se lamenta que por falta de mayor control, las semillas de uvas Shine Muscat hayan fugado hacia China y Corea del Sur que ahora venden en el sudeste asiático a precios más bajos. El verdadero Shine Muscat japonés se defiende con su alto valor de calidad de las imitaciones, aunque no se sabe por cuánto tiempo más.
Los mismos riesgos enfrentan las fresas premium japonesas que ahora también se siembran en Corea del Sur. El gobierno estima que ha perdido unos 202 millones de dólares en cinco años por el tráfico de las plantas bebé de fresas al extranjero.
El Nikkei dijo que gracias a la revisión de la Ley de Semillas, Japón podrá proteger el esfuerzo de sus productores que quieren aumentar sus exportaciones a 5 billones de yenes para 2030.
En el campo de las bebidas locales, se está desarrollando el sistema de trazabilidad Blockchain que permitirá a los productores de sake compartir información sobre los registros de origen y distribución con los consumidores extranjeros para puedan diferenciar entre el producto original y los falsificados.
Al mismo tiempo, desde que el whisky japonés obtuvo el premio como el mejor del mundo, las falsificaciones han aumentado exponencialmente. Los productores han empezado por corregir los errores que hay dentro de su propio país.
En abril de este año, la Asociación de Fabricantes de Licores de Japón comenzó a utilizar una definición oficial para el whisky japonés. Además de ser destilado con agua de Japón debe ser embotellado en territorio nacional.
No había una norma oficial al respecto, de allí que el licor embotellado en Japón que era destilado en el extranjero se vendía (y se sigue vendiendo) como whisky japonés. (RI/AG/NI)
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