En octubre, 234 personas de Filipinas ingresaron a Japón para recibir capacitación como cuidadores.
Su arribo a Japón se retrasó alrededor de cuatro meses debido a las restricciones impuestas por las autoridades japonesas para contener la propagación del coronavirus, informó la NHK.
Además de filipinas, también han aterrizado en territorio japonés personas de Indonesia y Vietnam para el mismo fin. Los tres países tienen acuerdos de asociación económica con Japón.
Su ingreso ha sido posible gracias a la flexibilización de las restricciones ante la baja incidencia del virus en Japón.
Después de una cuarentena de dos semanas a su llegada a Japón, los aprendices comenzaron a tomar clases de idioma japonés y de cuidado de personas el 8 de este mes. Su capacitación culminará en febrero.
Los extranjeros trabajarán en centros de atención de personas en todo Japón durante tres años; en paralelo, se prepararán para tomar los exámenes que de aprobar harán de ellos cuidadores con certificación oficial.
El sector del cuidado de personas sufre una escasez crónica de personal en un país que tiene la mayor proporción de ancianos del mundo. (International Press)
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