Un tercio, o unos 11.500 millones de yenes (unos 101 millones de dólares) en mascarillas de tela que el gobierno japonés planeaba distribuir al publico permanecían almacenadas en marzo, reveló el Nikkei.
Desde marzo de 2020, el gobierno japonés compró un total de 260 millones de mascarillas de tela lavables, 120 millones de ellas para distribuirse a los hogares bajo el esquema llamado “Abenomask”, por el nombre del ex primer ministro Shinzo Abe, y otros 140 millones para el servicio médico e instalaciones de cuidado infantil.
El plan fue diseñado para aliviar la escasez de mascarillas que ocurrió durante los primeros meses de la pandemia. Sin embargo, los Abenomask fueron impopulares y se reclamó que esos recursos pudieron utilizarse mejor.
La Junta de Auditoría de Japón descubrió que hasta fines de marzo de este año alrededor de 82 millones de mascarillas designadas a centros de atención médica no llegaron a su destino.
A unos 140 yenes cada una, se estima que estas mascarillas le han costado al gobierno unos 11.500 millones de yenes, mientras que el costo de almacén entre agosto de 2020 y marzo de 2021 habría ascendido a 600 millones de yenes.
Los auditores también revisaron ocho programas estatales relacionados con el coronavirus. Se identificaron 2.000 millones de yenes en pagos indebidos entre el subsidio de empleo para que las empresas no despidieran personal y las subvenciones en efectivo de hasta 2 millones de yenes para las pequeñas y medianas empresas. El poco rigor en la selección de beneficiarios permitió la entrega de dinero a quienes no lo necesitaban.
La Junta de Auditoría no emitirá una opinión formal sobre la gestión financiera, pero emitirá una advertencia al Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social para que ejecute su presupuesto de manera más efectiva. (AG/NI/)
Be the first to comment