Hemos sido testigos a lo largo del último proceso electoral y, de manera especial en la segunda vuelta, cómo la derecha peruana se ha unido como nunca antes, desde los partidos políticos considerados moderados hasta los ultraderechistas, acompañados de las instituciones empresariales, de los medios de comunicación de su propiedad, así como de personalidades públicas conservadoras, movilizándose por todo el país, apoyando a Keiko Fujimori y haciendo una millonaria campaña contra la candidatura de Pedro Castillo a nivel nacional e internacional.
Una vez electo presidente el profesor Castillo han seguido actuando de la misma manera, aunque poco a poco se encuentran pequeñas diferencias dirigidas por los gremios empresariales que uno a uno han ido saludando al nuevo Presidente ofreciéndole su apoyo para “salvar la economía en momentos difíciles” como suelen decir.
Los empresarios siempre han estado metidos de lleno en la política directa o indirectamente de acuerdo a las circunstancias. Quizás desde los años 60’s y 70’s las reuniones anuales de CADE (Conferencia Anual de Ejecutivos) marcaban de alguna manera los objetivos de la política económica nacional al estar presentes los ministros y todos los presidentes de la República.
Algo ha pasado en las últimas semanas. Ante el desprestigio que la derecha y los empresarios han logrado en la opinión pública nacional, la CONFIEP se ha dividido…
michel azcueta
De manera más abierta, los gremios empresariales participan activamente en la política desde 1984 cuando se crea la CONFIEP (Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas) que decide presentar alternativas globales desde el punto de vista de los empresarios, participando en 1990 activamente en la candidatura de Vargas Llosa, luego apoyando a Fujimori en sus diferentes gobiernos, así como a los demás presidentes, uno a uno, defendiendo el modelo económico neoliberal, la Constitución del ‘93 y así hasta el día de hoy.
Algo ha pasado en las últimas semanas. Ante el desprestigio que la derecha y los empresarios han logrado en la opinión pública nacional, la CONFIEP se ha dividido. Once organizaciones empresariales del sector exportador, turismo, manufactura y transporte han constituido la Unión de Gremios del Perú, comunicando que no se sienten representados por la CONFIEP. Han expresado diferencias políticas con esa institución e insinuado que son empresarios moderados que reconocen que el Perú necesita cambios en todos los niveles de la sociedad y el Estado.
Pocos días después de esta sorpresiva decisión, Roque Benavides, expresidente de LA CONFIEP y, sin lugar a dudas, uno de los líderes empresariales más presentes en la política nacional, anunció la creación del Movimiento Político Alianza Democrática, integrado, según dice, por personas preocupadas por la situación política, económica y social del país y sin descartar su participación en las elecciones regionales y municipales del 2022.
Parece que, por fin, la derecha peruana tendrá un partido propio dejando de lado la presencia disimulada en la política nacional. Veremos cómo avanza tanto la nueva institución gremial como el nuevo partido. En democracia son bienvenidos, que den la cara, que planteen sus ideas, objetivos y metodología y que asuman responsabilidades públicamente y no a través de intermediarios, de presidentes y ministros como han estado haciendo durante décadas.
*Ex Alcalde de Villa El Salvador.
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