Con la quinta ola del coronavirus en Japón, el riesgo de los contagios entre los menores está aumentando rápidamente. Se ha tripicado frente a la cuarta ola entre marzo y mayo pasado y su proporción entre todas las edades ya es la más alta desde el inicio de la pandemia.
La variante india Delta, altamente contagiosa, tiene mucho que ver porque su propagación entre los hogares es notable. A esto se ha añadido un fuerte aumento del virus RS (Virus Sencitial Respiratorio o VRS) que produce enfermedades respiratorias y que ataca a los niños pequeños.
Si la tendencia continúa, existe el riesgo de que la atención médica pediátrica sea escasa, con hospitales atendiendo a más menores de edad infectados por el COVID-19 y a niños con el VRS, advirtió el diario Nikkei.
LOS PADRES TRASMISORES
Se cuenta el caso de una madre que finales de julio contrajo el COVID-19 e inmediatamente contagió a su familia. Su hijo de quinto año de primaria tuvo que ingresar a un hospital pediátrico en Tokio.
Su hijo de 16 años y hija mayor de 21 también dieron positivo. Solo cuatro días después de la fiebre, los dos fueron trasladados a un hotel de aislamiento. La madre dijo que hicieron todo lo posible por proteger al menor como conversar entre las habitaciones por el teléfono celular, pero había lugares como el baño que no podían separarse. El niño también enfermó.
El Ministerio de Salud reveló que del 5 al 11 de agosto hubo 5.422 niños y 10.826 adolescentes infectados por coronavirus, el triple que el pico de la tercera ola entre el 13 y 19 de mayo de este año.
Los chicos suelen tener casos asintomáticos o leve y se sostiene que dado que están pasando mucho tiempo en casa por las vacaciones de verano, el transmisor ha sido una persona de casa que ya tiene el virus. Las estadísticas avalan esta tendencia. Casi la mitad de los nuevos casos durante la semana previa al 11 de agosto tenían entre 20 y 39 años, la generación de crianza de los hijos.
¿Qué hará el gobierno en septiembre cuando se reanuden las clases escolares? Citado por el Nikkei, la Junta de Educación de Tokio Metropolitano no prevé el cierre de escuelas en la capital. Además, sería complicado adoptar esa decisión porque no alcanzaría el tiempo para la preparación de las clases en línea.
AUMENTAN LOS CASOS DE VIRUS RS
Entre tanto, las autoridades de salud dicen que es «fundamental» que la casa se prepare para el virus RS que puede desarrollar bronquitis y neumonía. En 2020 y los primeros meses de este año, no se vieron tantos casos del VRS por las medidas contra el coronavirus (lavado de manos, uso de mascarilla, etc) tomadas por los adultos y porque éstos no habían sido atacados aún por la variante delta, pero desde abril los casos de VRS han venido en aumento.
El número de niños infectados en Japón con el virus RS del 19 al 25 de julio fue de 4,64 casos por centro médico, que supera el promedio de 3,45 de los últimos años. Los hospitales podrían enfrentar la decisión de rechazar casos de coronavirus o RS si pierden capacidad de respuesta por escasez de equipos y personal.
PADRES E HIJOS MENORES POSITIVOS
Con el aumento de las infecciones por COVID-19, hay casos en que los hospitales se encargan de atender a los niños pequeños que se quedan en el hogar debido a la infección de los padres. Estas situaciones han aumentado en julio con más pedidos de ayuda de los mismos centros de protección infantil.
Si se descubre que los padres están infectados, también se sospecha que el niño es positivo, pero algunos casos éste resulta negativo. Dado que pueden ser considerados «contactos cercanos» y por ello puestos en cuarentena, no se les puede dejar en solos en una instalación de aislamiento.
Por ello, el Hospital Universitario San Marianna en Kanagawa, ha habilitado 12 camas para niños repartidas en tres habitaciones. Una de las salas está dedicada a niños «negativos». Se adopta esta acción con la preocupación de que no se pueda recibir a más pacientes infectados y el riesgo de que aumenten los casos del virus RS y el hospital no tenga camas disponibles. (RI/PJ)
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