La historia de la «voluntaria» japonesa de los Juegos Olímpicos de Tokio que ayudó al velocista jamaiquino, Hansle Parchment, a llegar al Estadio Nacional tras una equivocación en el transporte, está dando la vuelta al mundo.
Cuando más lo necesitaba Parchment encontró un ángel llamada Tijana Stojkovic, japonesa con ascendencia serbia que trabaja para Kinki Nippon Tourist, empresa a cargo del transporte en autobús de los atletas y personal de las olimpiadas, cuyo gesto de amabilidad ha conmovido al mundo del deporte.
Parchment contó en un vídeo en Twitter que se suponía que el 4 de agosto debía ir desde la Villa Olímpica al Estadio Nacional de Tokio para participar en la semifinal de 110 m con vallas, pero accidentalmente subió al autobús que lo llevó hasta el Sea Forest Wateway, donde se hacían las carreras de canoa.
Para llegar al estadio en autobús desde allí debía regresar a la Villa una vez y ello le impediría estar a tiempo para su calentamiento de rigor.
«Cuando le pedí ayuda a un miembro del staff que estaba cerca me dio el dinero que tenía y pude tomar un taxi hacia el Estadio Nacional», narró Parchment.
Tijana comprendió la urgencia y no dudó en entregarle 10.000 yenes de su propio dinero para que el jamaiquino llegara a su competencia. «El taxi había sido coordinado por el Comité Organizador, pero cuando le pregunté si tenía dinero para taxi me dijo que no. Le di el único billete que tenía conmigo, lo hice con discreción para no causar problemas… no sabía de qué atleta se trataba», contó Tijana al diario HuffPost.
Parshment dijo en su vídeo que «gracias a esto pude tener tiempo suficiente para calentar y participar en la competencia». Aquel día corrió en el grupo 3 de la semifinal y llegó en segundo lugar. En la final del 5 de agosto fue primero con 13,04 minutos, su mejor marca personal para derrotar al estadounidense Grant Holloway y obtener la histórica medalla de oro para Jamaica.
Después de la final, Parchment se dirigió nuevamente a la zona frente al mar para buscar a su salvadora. Al encontrarla le puso en la mano la medalla de oro que había ganado, le regaló una camiseta oficial del equipo jamaiquino y le devolvió el dinero prestado, mientras le decía: «Gracias a ti, ese día llegué a la final».
El vídeo que Parchment subió a sus redes se expandió con rapidez. Hasta el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, lo compartió con esta frase: «Todo jamaiquino sabe que la gratitud es imprescindible. Hansle Parchment lo demuestra aquí perfectamente». La frase se publicó con el hashtag «#Gratitude».
Inmediatamente después el ministro de Turismo de Jamaica, Edmund Bartlett, habló de la japonesa Tijana: «No importa en qué parte del mundo se encuentre, queremos premiar su amabilidad con nuestros compañeros». (RI/IP/PJ)
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