Lluvia de críticas en las redes sociales contra el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, a quien se vio paseando en Ginza, Tokio, a pesar de las estrictas restricciones impuestas por el coronavirus a los atletas y funcionarios durante los Juegos.
La salida de Bach ocurrió el lunes 9 de agosto, un día después de que terminaron los Juegos Olímpicos de Tokio y se produjo a pesar del pedido del Gobierno Metropolitano para que la ciudadanía se abstuviera de realizar salidas no esenciales y no urgentes en medio del resurgimiento de las infecciones. Tokio se encuentra en estado de emergencia.
Rodeado de guardaespaldas, el presidente de la COI caminó por la vía con una mascarilla verde y un polo gris, mientras respondía saludos y se detenía para tomarse fotografías con los transeúntes que lo reconocieron. «El presidente Bach está en Ginza», escribió el internauta Carota1226 en su cuenta en Twitter.
La ministra de las Olimpiadas, Tamayo Marukawa, dijo que «lo que constituye una salida no esencial y no urgente depende del propio Bach».
Por su parte, el vocero del gobierno, Katsunobu Kato, señaló que las disposiciones que rigen sobre los participantes en las Olimpiadas, establecen que durante los primeros 14 días después de ingresar a Japón, sus actividades están restringidas. Pero recordó que Bach ingresó al país el 8 de julio y su estadía aquí ha pasado de los 14 días.
El público criticó a Bach recordando que dos judocas de Georgia, que habían ganado la medalla de plata, fueron expulsados por irse a tomar una fotografía en la Torre de Tokio y que otras personas relacionadas sufrieron amonestaciones por abandonar la Villa Olímpica para pasear por la ciudad. (RI/AK)
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