El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social considera una tercera vacunación en 2022 para quienes hayan completado las dos dosis contra el coronavirus para aumentar la inmunidad que disminuye con el tiempo y por el avance de variantes del virus altamente infecciosas, según fuentes de gobierno citadas por el diario Nikkei.
Para implementar una tercera inyección deberá asegurarse la obtención de vacunas, el cargo de los costos y los pro y contra de una vacunación mixta, si fuera el caso.
En julio, el Ministerio de Salud japonés firmó un contrato con la farmacéutica estadounidense Moderna para recibir hasta principios de 2022 un suministro adicional de 50 millones de vacunas.
El ministerio también negocia con Novabax, otra biofarmacéutica estadounidense, para conseguir un total de 200 millones de dosis para reforzar la inmunización.
En Japón se está vacunando a ciudadanos desde los 12 años y hasta el momento se han completado las dos dosis en un 30% de la población. El objetivo es lograr la inmunidad colectiva, pero incluso inyectando las dos dosis a todos los solicitantes queda pendiente un número importante de personas que ha comenzado a negar la vacunación.
EL RIESGO DE INFECTARSE ESTANDO VACUNADO
Shigeru Omi, director del comité asesor sobre enfermedades infecciosas del gobierno, dijo que al “analizar la información del extranjero, la inmunidad de vacuna disminuirá dentro unos cuantos meses y puede volver a ocurrir una infección”.
En EEUU y algunas partes de Europa, donde se ha completado la vacunación en un 50% de la población, los contagios se han propagado nuevamente y se están implementando contramedidas como el retorno de la obligación del uso de la mascarilla.
Israel es un de los primeros países en comenzar la aplicación de la tercera dosis a mayores de 60 años. Reino Unido también ha iniciado un ensayo clínico para investigar el efecto de una tercera inoculación, mientras que las farmacéuticas Pfizer y BioNtech solicitarán a las autoridades estadounidenses una tercera dosis de refuerzo.
Los expertos piden tomar la actual campaña como una “vacuna temporal” de urgencia para prevenir la propagación del virus con el gobierno corriendo con todos los costos. Se estima que el precios de las dosis de la vacuna supera los 700.000 millones de yenes (aprox. 6.300 millones de dólares) y que el costo total de la campaña de inmunización llega a unos 2 billones de yenes (aprox. 18.200 millones de dólares).
Si la vacuna logra cierta efectividad ante los virus mutantes, se espera que desde 2022 la inyección se convierta en una “vacuna regular” para mantener a raya el virus así como ocurre con el sarampión y otros virus estacionales. En este caso, la vacuna tendría algún costo para personas con cierto nivel de ingresos económicos.
Ante la posibilidad que las actuales vacunas no funcionen contra las variantes del virus y sea necesaria una nueva, el ministro de Salud, Trabajo y Bienestar Social, Norihisa Tamura, dijo ayer en la TV: “Si (el virus) nos va a golpear en 2022 ¿está bien seguir con el mismo fabricante? ¿Dos veces con el mismo o con uno diferente? Tenemos que reunir todo nuestro conocimiento (para decir)”.
Según un estudio publicado en julio por la Agencia Británica de Salud Pública, el efecto preventivo de las dos dosis de la vacuna Pfizer fue del 93,7% contra la variante alfa (inglesa) y 88% ante la delta (india). Por su parte, AstraZeneca fue efectiva en 74,5 para el tipo alfa y 67% con delta. En ambos casos, la efectividad de las vacunas tiende a disminuir ante las variantes del virus y que puede retrasar los esfuerzos mundiales de control de la pandemia. (RI/International Press)
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