Tokio está actualmente bajo estado de emergencia para frenar la propagación del coronavirus, motivo por el cual los restaurantes y bares deben abstenerse de servir alcohol y cerrar antes de las 8 p. m.
El ministro de Japón contra el coronavirus, Yasutoshi Nishimura, propuso la semana pasada la cooperación de las instituciones financieras para que los establecimientos de comida y bebida no ofrezcan alcohol.
Nishimura dijo que el gobierno compartiría con las compañías del sistema financiero información sobre sus clientes que dirigen restaurantes y bares que no cumplen con la prohibición de servir alcohol.
En la práctica, se buscaba que las instituciones financieras no otorgaran préstamos a estos negocios.
La iniciativa, interpretada como una amenaza, fue criticada no solo por la oposición, sino también por el gobernante Partido Liberal Demócrata. El número 2 del partido, Toshihiro Nikai, expresó su desagrado por la propuesta.
Los ministros de Finanzas y Economía también estuvieron en contra de la medida, según Kyodo. Incluso el primer ministro Yoshihide Suga se desmarcó de la propuesta.
Finalmente, la iniciativa fue eliminada y Nishimura ofreció disculpas en una conferencia de prensa por «causar confusión y ansiedad».
Nishimura dijo que no renunciará a su puesto.
Por otro lado, el gobierno nacional abandonó un plan para pedir a los mayoristas de bebidas que dejen de vender alcohol a los restaurantes durante el estado de emergencia. (International Press)
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