Vincent Fichot es un francés de 39 años que tiene dos hijos -un niño de 6 y una niña de 4- con una mujer japonesa de los que no sabe nada.
El sábado, Fichot inició una huelga de hambre en Tokio para atraer la atención internacional con el fin de recuperar a sus pequeños, en poder de su esposa.
En declaraciones a AFP, el francés dice que sus hijos fueron secuestrados por la japonesa.
Fichot está dispuesto a pelear hasta el final: mantendrá su huelga de hambre hasta tener de vuelta a los niños.
«Lo he dado todo. He perdido mi trabajo, mi casa y mis ahorros en los últimos tres años. Ahora peso 80 kilos y lo daré todo hasta el último gramo», dice.
«Lo intenté todo, intenté convencer a mi esposa diciéndole que no era bueno para los niños. En este momento ni siquiera sé si están vivos», afirma el hombre, que ha vivido 15 años en Japón.
La mujer lo acusó de violencia doméstica ante un tribunal, pero luego se retractó. El sistema judicial japonés «no tiene nada que reprocharme», subraya.
Si la policía lo persigue, se irá a otra parte con su huelga de hambre. Fichot cuenta con el apoyo (agua, ropa, etc.) de un grupo con sede en Tokio, que incluye a otros padres extranjeros en la misma situación.
En Japón, explica AFP, no existe legalmente la custodia compartida de los niños en casos de divorcio o separación. “Los secuestros por parte de los padres son comunes y con frecuencia tolerados por las autoridades locales”, según la agencia de noticias.
Organizaciones de derechos humanos estiman que alrededor de 150.000 menores son separados por la fuerza de uno de los padres cada año, entre ellos niños binacionales como los hijos de Fichot.
Si no logra recuperar a sus dos hijos, el francés espera el apoyo de las autoridades de su país: «Quiero que me demuestren que son serias y que realmente quieren defender a mis hijos, y que impondrán sanciones contra Japón hasta que Japón acepte proteger los derechos de mis hijos».
El presidente francés, Emmanuel Macron, que asistirá a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio, expresó durante su última visita al país su apoyo a los padres franceses separados de sus hijos en Japón. Macron calificó la angustia vivida por estas personas como “completamente inaceptable». (International Press)
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