Los centros de trabajo y las escuelas se están convirtiendo en puntos de infección por coronavirus en Japón y ya superan a los hospitales y casas para ancianos que hasta ahora eran las principales fuentes de propagación.
El diario Nikkei reportó que “ni siquiera el Ministerio de Salud es inmune” por un brote que infectó a unas 29 personas que participaron en una reunión nocturna a finales de marzo. La actividad fue organizada por funcionarios que laboran en la Oficina de Salud y Bienestar de la Tercera Edad.
Se cree que el coronavirus ya estaba en la oficina desde mediados de mes y que se extendió a través de equipos e instalaciones compartidas como los baños, bebederos y teléfonos.
Entre el 1 y el 16 de abril el Ministerio de Salud identificó 463 brotes en grupos de cinco personas como mínimo y determinó que la mayoría no estaban relacionados a las casas para ancianos. Unos 96 brotes estuvieron vinculados a los centros de trabajo. Esto es aproximadamente el doble de los casos de enero, el mes con la mayor cantidad de grupos que contrajeron el virus.
El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, dijo que las reuniones sociales pueden ser una fuente de infecciones y señala el caso de una mujer de unos 50 años que asistió a una fiesta un día antes que empezara a mostrar síntomas de contagio.
De ese caso, cuatro personas desarrollaron la enfermedad en los cuatro días posteriores a la reunión y otras tres entre el séptimo y décimo segundo día. Otras dos personas que no participaron en la fiesta fueron contagiadas, con lo que este racimo de contagio se elevó a nueve.
LAS VARIANTES ROMPEN LA SEGURIDAD SANITARIA EN JAPÓN
Entre tanto, las habituales medidas de seguridad sanitarias que dieron relativo resultado en las olas anteriores en Japón no están siendo efectivas ahora ante la expansión de las variantes del virus.
Un experto de la Universidad de Medicina de Tokio, dijo al Nikkei que los locales con las tres “C” (espacios cerrados, contactos cercanos y concentración de personas) representan un alto riesgo de infección, pero “se han reportado infecciones por contacto cercano con personas contagiadas al aire libre” e incluso entre quienes llevaban mascarillas.
LAS ESCUELAS Y GUARDERÍAS, NUEVAS FUENTES DE CONTAGIO
Entre tanto, en la medida que las variantes del coronavirus se afianzan y las infecciones involucran a personas más jóvenes, se producen brotes en entornos que alguna vez se consideraron relativamente seguros. Las escuelas e instalaciones educativas representaron en abril el 13% de los brotes, una proporción mayor que las oleadas anteriores. La mitad de los casos están relacionados a guarderías y centros de cuidado de niños pequeños.
Los clubes deportivos escolares y las asociaciones de atletismo están creciendo en infecciones. En la prefectura de Kochi se reportó un clúster del virus en un equipo de voleibol femenino de una escuela secundaria.
LOS PACIENTES INFECTADOS SE AGRAVAN MÁS RÁPIDO
También ha aumentado la velocidad de agravamiento por la cepa estándar del coronavirus entre personas de mediana edad. En Osaka, donde las variantes del virus están en auge, alrededor del 30% de los pacientes que se pusieron graves entre el 1 de marzo y el 2 de mayo tenían 50 años o menos, casi el doble de la proporción registrada en la ola anterior entre octubre y febrero.
Las críticas sobre las políticas gubernamentales contra el virus se multiplican y señalan sus contradicciones. Mientras extiende la duración del estado de emergencia se han flexibilizado algunas restricciones como el aumento del aforo en los grandes centros comerciales y permitiendo espectadores en los eventos.
También se critican decisiones de los gobierno regionales como Kanagawa, que prohibió durante todo el día la venta de alcohol en bares y restaurantes en una determinada ciudad, pero no hizo lo propio en la localidad vecina, ubicada a solo unos minutos en tren o en coche, provocando que muchas personas se desplacen hacia la ciudad libre de restricciones provocando grandes concentraciones de personas. (RI/International Press)
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