El gobierno japonés extendió hoy viernes el estado de emergencia vigente en Tokio, Osaka, Hyogo y Kioto hasta el 31 de mayo ante la insuficiente disminución de casos de coronavirus. Desde el próximo miércoles 12 también entrarán en emergencia las prefecturas de Aichi y Fukuoka.
También se extiende hasta fin de mes el cuasi estado de emergencia, llamado Man-en Boshi Tojyu ten Shochi, que cubre ciertas ciudades en las prefecturas de Saitama, Kanagawa, Chiba, Ehime, Mie y Okinawa. A esta lista, se agregarán el domingo localidades de Hokkaido y Gifu.
Desde la perspectiva del primer ministro, Yoshihide Suga, el actual estado de emergencia, que debía expirar el 11 de mayo, ha sido efectivo porque ha llevado a que menos gente salga a la calle.
No obstante, el número de nuevas infecciones sigue siendo alto, e incluso en algunas prefecturas experimentan una presión sobre la disponibilidad de camas de hospital para casos de COVID-19.
MEDIDAS EN ESTADO DE EMERGENCIA
En las prefecturas cubiertas por el estado de emergencia, los restaurantes y bares que sirven bebidas alcohólicas no pueden abrir sus puertas. En los establecimientos que permanecen abiertos, los clientes tienen prohibido consumir o traer su propio alcohol. Además, todos los restaurantes deben cerrar a las 20.00 horas. También se insta a las personas a no beber juntas al aire libre.
Los grandes puntos de venta como almacenes, centros comerciales y cines pueden operar hasta las 20.00 horas.
En cuanto a conciertos y eventos deportivos, los espectadores están limitados a 5.000 o la mitad del aforo del lugar. Los eventos deben concluir a las 21.00 horas.
Se mantendrán las solicitudes para que los residentes no abandonen sus hogares para salidas no esenciales y para que las personas no crucen las fronteras de sus prefecturas. Al mismo tiempo, se pide a las empresas que reduzcan en un 70% el número de personas que se desplazan al centro de trabajo.
Además, se pueden emitir solicitudes o pedidos a las tiendas para acortar su horario comercial o para cerrar el negocio. Los infractores recibirán una multa de hasta 300.000 yenes (2.750 dólares). Cada gobernador de prefectura también tiene la autoridad para imponer restricciones más estrictas.
En las prefecturas bajo el cuasi estado de emergencia o Man-en Boshi Tojyu ten Shochi, existen restricciones similares. (RI/International Press)
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