Japón ha vacunado contra el coronavirus a alrededor del 1 % de su población. Corea del Sur, que comenzó después, ya ha aplicado las vacunas al 2,9 % de sus habitantes. Ni hablar de Estados Unidos o Reino Unido, que han vacunado al menos al 40 % de sus residentes.
Ante la lentitud del proceso de vacunación, hay extranjeros residentes en Japón que han decidido salir del país para ser vacunados en otros.
En declaraciones recogidas por Reuters, Michael Mroczek, presidente del Consejo Empresarial Europeo en Japón, dice que sabe de ejecutivos que han retornado a sus países de origen para recibir la vacuna.
Marc Wesseling, cofundador de una agencia de publicidad en Tokio, viajó este mes a Singapur, donde su empresa tiene una oficina, para ser vacunado y poder visitar a sus padres en los Países Bajos.
El extranjero residente en Japón dice que no podía esperar más. «Amo al país y le deseo todo lo mejor, pero no es el más rápido (para vacunar). Creo que mucha gente está frustrada».
Sin embargo, no parecen ser muchos los extranjeros que han salido de Japón para vacunarse, debido a la necesidad de someterse a una cuarentena cuando vuelven al país asiático.
Toda persona que arriba a Japón debe aislarse durante dos semanas aunque esté vacunada.
La estadounidense Lauren Jubelt, que trabaja en marketing digital en Osaka, evaluó viajar a Florida para recibir la vacuna, pero desisitió ante el temor de quedar varada en el extranjero si Japón cerraba sus fronteras.
«Me siento frustrada cuando veo que mi familia en Estados Unidos recibe su vacuna. Ni siquiera tenemos una fecha concreta de cuándo la conseguiremos aquí (en Japón) y los casos están aumentando nuevamente», dice a Reuters.
Japón inició este mes la vacunación de sus 36 millones de ancianos, un proceso que podría tomar todo el año. (International Press)
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